Justicia ordena prisión para el líder opositor Camacho por “terrorismo”
Justicia de Bolivia ordenó la detención preventiva por cuatro meses del gobernador opositor de Santa Cruz, Fernando Camacho, acusado de “terrorismo”, relacionado con la salida del izquierdista Evo Morales de la presidencia en 2019.
LA PAZ (AFP). Camacho es el segundo líder opositor relacionado con el presunto “golpe de Estado” que investiga la Justicia boliviana. La expresidenta Jeanine Áñez, que asumió la jefatura de Estado tras la renuncia de Evo Morales, sigue en prisión. También algunos exministros de Áñez.
El juez en lo penal Sergio Pacheco dijo que “dispone la aplicación de la detención preventiva para el imputado Luis Fernando Camacho Vaca, detención preventiva que deberá cumplirla por el plazo de cuatro meses en el recinto penitenciario de Chonchocoro”, un penal de máxima seguridad en La Paz.
Santa Cruz, capital económica de Bolivia y de casi 2 millones de habitantes, comenzó temprano a cumplir con una “huelga” de 24 horas en protesta de la captura de la autoridad.
Sus simpatizantes tomaron dos aeropuertos para evitar, sin éxito, su traslado a La Paz y luego quemaron las oficinas de la fiscalía, otras del gobierno y la casa de un ministro.
El fiscal Omar Mejillones había solicitado seis meses con el argumento de que había riesgo de fuga. La audiencia comenzó el jueves y se prolongó hasta la madrugada de ayer.
Durante la audiencia, que se realizó a través de una plataforma de internet, Camacho, un abogado y empresario de 43 años, declaró: “Nunca me voy a rendir” .
Llamó a los bolivianos a evitar que “el masismo imponga una dictadura como en Venezuela y Cuba” , en alusión al partido gobernante Movimiento Al Socialismo (MAS). La Paz, Caracas y La Habana son aliados políticos.
A las pocas horas del fallo judicial, el gobernador fue trasladado con un fuerte dispositivo de seguridad de un recinto policial hasta la cárcel de Chonchocoro, en la pampa de los Andes bolivianos, en el oeste de La Paz, según imágenes del canal privado de TV Unitel.
Detenido el miércoles y llevado de Santa Cruz (este) a La Paz, fue pieza importante en impulsar la renuncia de Morales a la presidencia a fines de 2019, mientras el oficialismo y la fiscalía aseguran que él y otros opositores impulsaron un “golpe de estado”.
Los opositores acusaron a Morales, que estaba en el poder desde 2006, de presunto fraude en las elecciones presidenciales de 2019.
Camacho dirige, además, el partido Creemos, la tercera fuerza política en el Parlamento, detrás del oficialista MAS y el centrista Comunidad Ciudadana, del expresidente Carlos Mesa (2002-2003).
Florencia Soto Niño-Martínez, portavoz adjunta del secretario general de Naciones
Unidas, Antonio Guterres, dijo que él “está preocupado por los acontecimientos recientes en Bolivia”. Además, agregó, Guterres “llama a la calma y apela a todos los actores políticos y sociales a ejercer la máxima moderación” y “asegurar el debido proceso y la transparencia en los procesos judiciales” .
La influyente Conferencia Episcopal de Bolivia dijo en un comunicado que la detención “vulnera las leyes (...) y (...) los derechos humanos” y que, además, “ha traído a la memoria colectiva los duros tiempos de dictaduras militares que se creían vencidas para siempre”.
La Iglesia Católica, que también fue pieza clave en la pacificación de Bolivia tras la transición del gobierno de Morales al de Áñez a fines de 2019, señaló que “nunca existió” el golpe de estado.