Irregularidades que cometió la suegra de Nenecho en INAC siguen impunes
Un informe de la Dinac de 2020 había revelado varias irregularidades en la gestión de María Regina Valiente como subdirectora del Instituto Nacional de Aeronáutica Civil (INAC), pero el caso sigue impune. Se trata de la madre de Lizarella Valiente, esposa del intendente de Asunción, Óscar “Nenecho” Rodríguez, quien es mencionada fuertemente como candidata a ocupar la presidencia de la Dinac si el cartismo llega al poder.
Un informe de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (Dinac) del 5 de junio de 2020, y que tiene la firma del abogado Alberto Irala Álvarez, asesor jurídico de dicha institución, había revelado varias irregularidades en la gestión de María Regina Valiente como subdirectora del Instituto Nacional de Aeronáutica Civil (INAC), dependencia de la Dinac que se encarga de la formación de pilotos.
Sin embargo, el caso sigue impune a pesar de los graves hechos que fueron revelados y documentados. Actualmente el nombre de Valiente (hoy jubilada) suena fuerte para ocupar la presidencia de la Dinac si el cartismo gana las próximas elecciones.
María Regina es la madre de Lizarella Valiente, esposa del intendente de Asunción Óscar “Nenecho” Rodríguez, funcionaria de la Dinac, actualmente comisionada en la Cámara de Diputados. Valiente (hija) también es candidata cartista que quiere ocupar una banca en el Senado.
Llamativamente, el informe de 2020 sobre la administración de Valiente (madre) frente al INAC se cajoneó en la Dinac y no se remitió al Ministerio Público, a pesar de que el escrito señala que “todo lo recabado y evidenciado en este acto apunta a que se han lesionado los intereses de bienes patrimoniales del Estado
Paraguayo, por lo que se deben tornar medidas de acción penal en contra de los principales responsables de esos hechos, que sacaron provecho de esta situación en detrimento de sus intereses particulares”.
Los detalles de lo que reveló el informe de Dinac
Según el documento al que accedió nuestro diario, María Regina Valiente, como subdirectora del INAC, permitió que la firma privada Aeroclub Colonias Unidas se haga cargo de las competencias y atribuciones del INAC, para el cobro de las tasas o aranceles de los cursos de piloto privado de avión, quebrantando el acuerdo que fue firmado en 2014 entre la Dinac y dicha empresa.
Para ello, Valiente incluyó una cláusula al convenio, sin el parecer de la asesoría jurídica de la Dinac y sin autorización de la presidencia de dicha institución.
“Pese a los cuestionamientos realizados por la Asesoría Jurídica de la Dinac, esa entidad (Aeroclub Colonias Unidas) se ha hecho cargo de las cuestiones administrativas y financieras del Instituto Nacional de Aeronáutica Civil. Para ello, ha percibido sumas de dinero en
concepto de matrículas y cuotas pagadas por los alumnos que cursaron la carrera de piloto privado-avión, desde la firma del convenio (2014) hasta el año 2017”, reza en el escrito.
El informe también resalta que “Aeroclub Colonias Unidas, en colaboración con la subdirectora del INAC, han empleado recursos públicos de la Dinac, tanto estructural, humano y técnico, para la obtención de sus propósitos” y que “para compensar este despropósito, se ha abonado una miserable suma de dinero por el supuesto alquiler de las aulas
utilizadas para los cursos de piloto privado, dictados en la sede del INAC”. En este caso se hizo figurar solo 36 días de cursos, lo que se consideró irreal, por las altas exigencias de esa clase de preparaciones.
Asimismo, el informe enfatizó que “se demuestra cómo el dinero que fluctuaba en concepto de pago por curso de pilotaje se desviaba a favor del entorno personal de la subdirectora, costeando exorbitantes sumas de dinero por servicios profesionales que fueron prestados como dicen en su deducciones de 36 días de clases”.
En este caso Aeroclub Colonias Unidas desembolsó G. 40.000.000 para pago de servicio como jefe de instructor, en 2015, a Javier Salinas Paredes, quien ya había cobrado ese mismo monto a la Dinac por ofrecer el mismo servicio, es decir, “fungía una sola función con doble remuneración”, según el informe. Además, en el mismo día, a Salinas se le pagó G. 44.000.000 más, por supuestas provisiones de materiales de enseñanza, “hecho superfluo ya que el INAC cuenta con presupuesto anual para cubrir estas necesidades”, alegó el escrito.