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La fiscala Stella Mary Cano reconoció que el Ministerio Público extrajo la totalidad de los mensajes que se encontraban en el teléfono del extitular de la SEN Camilo Soares. Esos chats revelan la trama política para quitar a Mario Ferreiro de la Intendencia de Asunción. Sin embargo, la agente insistía en que los documentos no formaban parte del expediente judicial.
“La perito dijo en su declaración que extrajo la totalidad de los chats”, reconoció finalmente ayer la fiscala Stella Mary Cano en conversación con radio ABC Cardinal 730 AM.
La agente del Ministerio Público volvió a incurrir en una serie de contradicciones en su intento de restarle importancia o de tratar de ilegal la publicación de mensajes de WhatsApp que revelan movimientos de una trama para sacar a Mario Ferreiro de la comuna capitalina.
Los mensajes publicados por ABC Color evidencian pagos a testigos, declaraciones testificales preparadas antes de acudir al Ministerio Público e información privilegiada y adelantada de los movimientos de la Fiscalía en los procesos penales que terminaron en la salida de Mario Ferreiro de la Intendencia de Asunción.
Las comunicaciones entre los actores políticos que se encargaron de mover el montaje muestran la forma en la que los implicados no solo movieron los procesos contra el ahora exjefe comunal opositor, sino también ayudaron a mover (o frenar) otras causas en paralelo.
Esto se desprende del análisis de casi 6.000 páginas de comunicaciones a través de WhatsApp que forman parte del expediente judicial que terminó en la absolución del exintendente de Asunción. Esos mensajes fueron obtenidos del teléfono de Camilo Soares, quien entregó el aparato de forma voluntaria al tribunal.
El supuesto “engaño”
Ya en horas de la noche del miércoles y nuevamente ayer en la mañana, Cano aseguró que nuestro medio había sido “engañado”.
“En todas las publicaciones se asegura que esos datos fueron extraídos del expediente; eso no es así. En el expediente ni siquiera se mencionan los mensajes que fueron autorizados, menos aún lo que se está publicando, que desconozco de dónde los sacaron”, señaló de manera fehaciente Cano.
“Además de tener un interés personal, quien entregó la información, les engañó”, sostuvo.
El reclamo de Soares
Inmediatamente después, la fiscala incurrió en su primera contradicción. Días atrás, Cano le había señalado a Radio Primero de Marzo 780 AM que Soares le había reclamado la filtración de los mensajes.
La Megacadena, grupo del que forma parte la señalada emisora, publicó en su página web la nota bajo el título “Camilo Soares reclamó a la fiscal Stella Mary Cano la filtración de chats extraídos de su teléfono”.
Sin embargo, ayer la fiscala aseguró que el reclamo había sido en otro tenor.
“Él no me reclamó que se publique... en ningún momento me dijo ‘eso está en mi celular o no’. Él me reclamó que cómo era posible que se esté afirmando que eso salió... Él... Justamente
eso fue lo que me reclamó, que yo le aseguré a él que se iban a tratar temas relativos al caso que nosotros estábamos investigando y todo lo que yo le prometí durante la investigación”, agregó.
“Desconozco si eso está o no. No puedo afirmar si eso existe porque no son comunicaciones mías y porque no accedí ¿Quién más que un fiscal para decir si eso está en la investigación?”, apuntó.
El reconocimiento...
“En su deposición dijo la perito que ella accedió a la totalidad, extrajo la totalidad y se limitó a individualizar en los archivos lo autorizado”, terminó reconociendo Cano cuando se le consultó si la perito que accedió al teléfono extrajo todos los mensajes.
“El tribunal inclusive dijo que era una cuestión sui generis porque se trataba de una prueba digital que la tenemos materialmente íntegra, pero que la producción implica una producción parcial en cuanto a lo que autoriza
el testigo”, agregó.
La fiscala, sin embargo, no hizo la aclaración de que existe una diferencia entre la introducción y la producción de una prueba. La prueba es introducida cuando es ofrecida por una de las partes, pero es producida cuando es presentada en la parte pertinente de la cuestión debatida en el proceso. Que exista una parte de la prueba que no haya sido producida o que no se haya exhibido en una de las audiencias de juicio no significa que la misma no se encuentre dentro del expediente.
Abogados penalistas consultados por ABC Color señalaron incluso que el tribunal podría haber analizado la totalidad de las comunicaciones para conocer la pertinencia o no de las partes que no fueron expuestas en
las audiencias.
Es decir, la propia Cano terminó reconociendo que se extrajo la totalidad de las comunicaciones y que la prueba se encontraba íntegra en el expediente, pero que lo que se debía realizar parcialmente era su exhibición.
Cano volvió a insistir en que Soares fue a su casa en pandemia para dejar documentos y no para una reunión, y que esto no representó irregularidad alguna.
Información “ilegal”
Por su parte, el ciberactivista Alfredo Guachiré, a quien hacen referencia en parte de las comunicaciones, rompió ayer el silencio. “Estos mensajes son truchos”, dijo con varios medios radiales. También insistió en que la “información es ilegal”.