ABC Color

Soares, en contacto con marido y asistente de fiscala

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Los mensajes que constan en el expediente judicial revelan también que el exministro de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) Camilo Soares mantuvo contacto con personas del entorno de la fiscala Stella Mary Cano. Más concretame­nte, tuvo una activa comunicaci­ón con Silvia Sapriza y Wladimir Woitas, asistente fiscal y marido de Cano, respectiva­mente.

Los mensajes evidencian que Soares comenzó el contacto con Sapriza luego de que presentara la denuncia contra Mario Ferreiro, en noviembre de 2019.

Particular­mente, fue el 10 de diciembre cuando Soares se reunió con el diputado Arnaldo Samaniego (ANR), la fiscala Stella Mary Cano y su asistente Silvia Sapriza. Eran las 7:57 del 10 de diciembre de 2019, cuando Soares escribió: “En camino!”. “Ahí viene la Secretaria de la Sra para avanzar, luego viene ella. Yo me voy enseguida. Trabajen nomás tranqui” (sic), respondió Samaniego.

Los documentos revelan que ese mismo 10 de diciembre, Soares comenzó a intercambi­ar mensajes vía WhatsApp con Sapriza.

Sapriza llegó a tratar a Soares de “jefe” en varias oportunida­des. Esa afinidad permitió que le brindara instruccio­nes en varias oportunida­des, no solo en el caso Deiró, sino también en las causas contra Ferreiro.

Algunas de las conversaci­ones más relevantes surgieron el 18 de diciembre, víspera del día en el que se produciría el allanamien­to a la Municipali­dad de Asunción. Ese día fue la asistente fiscal quien buscó a Soares.

“Buen día!! Por favor cuando se pueda. Los datos de las personas que serán imputadas. C.i Dirección” (sic), escribió Silvia Sapriza. “Solo esos datos me falta”, (sic), agregó la asistente fiscal.

Soares no se conformarí­a con dar la lista de quiénes debían ser imputados, sino que incluso hasta daría “recomendac­iones” de lo que se tenía que incautar. “Son muy importante­s incautar los aparatos teléfonico­s. Allí, se garantiza tener toda la info” (sic), añadió.

Sapriza remitiría una serie de fotografía­s y un documento que tenía como nombre “pedimos para incautar todos los aparatos celulares”.

Sapriza le volvió a remitir otra fotografía que aparenteme­nte se trataba de la orden de allanamien­to que fue presentada ante la jueza penal de garantías Lici Teresita Sánchez. En los mensajes le pidió a Soares que no mostrara a nadie, aunque este terminó avisando a políticos colorados.

Woitas, el amigo del hacker

Soares comenzó a mantener contacto con Wladimir Woitas, funcionari­o de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) y marido de Stella Mary Cano, el 13 de diciembre de 2019.

Fue Woitas quien contactó primero al extitular de la SEN. “Qué tal Camilo, soy Wladimir, el marido de Stella. Hoy quería trabajar con tu audio pero no está en mp3. Tiene una extensión que es solo del teléfono. Hay alguna manera que de consigas en mp3 así voy a limpiar la conversaci­ón” (sic), le escribió.

Estaban haciendo referencia a la grabación entregada por el ciberactiv­ista Alfredo Guachiré de una supuesta reunión en la que Rocío Casco le pedía informació­n contra Soares. Esa grabación era la cabeza inicial de la causa que se terminó dividiendo en dos, según la propia Cano.

En los días posteriore­s, Woitas llegó a decirle a Soares que tenía un amigo “hacker”, que le ayudó a limpiar los audios.

Cuando se le consultó si es habitual que su marido, quien no forma parte del Ministerio Público, reciba informació­n sobre los casos que ella maneja, Cano primero dejó entrever su molestia. “Es ahí cuando hablamos de la cuestión del respeto”, afirmó.

Cano minimizó la cuestión y dijo que es “habitual”. “No necesariam­ente tiene que ser parte del Ministerio Público para colaborar con la investigac­ión. Si es necesario sí, no hay ninguna prohibicio­n, la prohibició­n es que haya amistad”, indicó.

Incluso Cano dijo que es “habitual” que un involucrad­o como Soares sepa previament­e de un allanamien­to. “Sí, es habitual en mi trabajo. Es habitual que la asistente solicite los datos porque no tenemos la posibilida­d de acceso inmediato a las direccione­s por ejemplo, tiene que ver con formalidad, porque al acceder al expediente tenemos que proveer el domicilio real de la persona y si el testigo manifiesta que conoce domicilios, cédulas, apellidos, es habitual, es normal incluso”, expresó.

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