Desapariciones sin resolver: la niña de Emboscada y la joven madre de Itá
Resolver la enigmática desaparición de una niña en Emboscada y de una joven mamá en Itá es materia pendiente este año para la Policía Nacional y el Ministerio Público. En abril se cumplen tres años de la desaparición de la pequeña, de 7 años entonces, y en setiembre serán dos años que no hay rastros de Luz Dahiana Espinoza Colmán, de 22 años.
La investigación de la desaparición de una infante francesa de 7 años, en Emboscada, departamento de Cordillera, tropieza con un obstáculo que, a criterio de la Policía, de ser removido podría arrojar luz al caso.
La “piedra en el zapato”, que para los investigadores pudo haber cambiado el rumbo de la investigación, es la comparación de ADN de los rastros de sangre hallados en el sitio con la de la mamá.
El 15 de abril de 2020 se denunció la desaparición de la criatura del complejo habitacional que estaba en construcción, Monte Pacará, situado en la compañía Isla Alta de la ciudad de Emboscada. La pequeña cumplió 10 años el 20 de agosto de 2022, sin poder festejarlo con sus seres queridos.
Un sinfín de interrogantes hay en el caso para los investigadores, por la falta de cooperación, principalmente de parte de su madre, pero sobre todo porque a casi tres años de la desaparición no hay rastros de la menor de
edad, excepto algunos indicios de los que hasta hoy no hay certeza.
Uno de esos elementos son los rastros de sangre hallados sobre una piedra a pocos metros de la vivienda y en una gasa tirada en un basurero que estaba ubicado en la parte posterior de la casa. Especialmente en ese último
elemento, la cantidad de fluido sanguíneo era bastante.
El policía de Homicidios subcomisario David Delgado manifestó a ABC que este caso es una piedra en el zapato de los investigadores, “porque realmente se trabajó mucho. Se hicieron muchas cosas y el caso se quedó en stand by”.
Con relación a las muestras de sangre que se levantaron de Monte Pacará, de la piedra, del basurero y hasta de la camioneta del padrastro de la niña, Delgado señaló que “dieron positivo a sangre humana conforme a los estudios laboratoriales”.
La desaparición de Luz Dahiana
El otro caso que intriga a los investigadores es el de la joven Luz Dahiana Espinoza Colmán (22 años), quien está sin paradero conocido desde la madrugada del 18 de setiembre de 2021. En esta causa, investigada por la agente fiscal de Itá Daysi Sánchez, está procesado y
acusado por feminicidio la expareja de Luz, Joel Guzmán Amarilla Jara (32).
Actualmente el proceso penal se encuentra a la espera de la realización de la audiencia preliminar, que fue fijada para el 21 de febrero próximo.
La representante del Ministerio Público acusó a Joel Guzmán Amarilla al contar con suficientes elementos de convicción de que él sería culpable del hecho punible de feminicidio, pese a que el cuerpo de la joven, a más de un año de su desaparición, aún no fue encontrado.
Entre los elementos existentes y con los cuales acusó la fiscala están las muestras
de sangre que fueron levantadas del departamento en el que vivía la pareja, además de las que fueron recogidas de los muebles y las prendas de vestir de Luz Dahiana. Todas estas dieron positivo a sangre humana y, tras ser sometidas a un estudio de ADN, se confirmó que el material era de ella.
El cadáver de la joven fue, supuestamente, cercenado y posteriormente arrojado a un lugar del departamento Central; uno de esos sitios fue, según había dicho Joel Amarilla, un pozo en la ciudad de Julián Augusto Saldívar, donde bomberos voluntarios realizaron la búsqueda, pero nada hallaron.