Argentina y Brasil defienden plan de una moneda común para la región
Argentina y Brasil defendieron ayer el avance de un proyecto de moneda común en la región –pese al fracaso de un plan anterior aplicado entre ambas economías– para transacciones comerciales y con el argumento de que “hay países que a veces tienen dificult
BUENOS AIRES. Lula da Silva llegó a la capital argentina para asistir a la VII Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), que se celebra hoy en presencia de numerosos mandatarios de la región.
Da Silva y su homólogo argentino, Alberto Fernández, defendieron que se avance en un proyecto de moneda común en la región para transacciones comerciales, que permita dejar de depender del dólar.
“Creo que todo lo que es nuevo ha de ser probado, porque no podemos, en medio del siglo XXI, seguir haciendo lo mismo que hacíamos en el siglo XX”, dijo el mandatario brasileño al comparecer con su homólogo en Buenos Aires.
“Dios quiera que nuestros ministros del área económica y presidentes de los Bancos Centrales tengan la inteligencia, competencia y sensatez necesarias para que demos un salto de calidad en nuestras relaciones comerciales y financieras”, agregó, según EFE.
Lula se cuestionó por qué no intentar crear una moneda común entre los países del Mercado Común del Sur (Mercosur) –que integran Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay–, “como se intentó ” en los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica).
“Creo que va a suceder y creo que es necesario que suceda. Porque hay países que a veces tienen dificultades en adquirir dólares y se pueden establecer
acuerdos que después, los bancos centrales fijen el tipo de cambio para hacer el intercambio comercial”, indicó.
Situación de las monedas
El guaraní de Paraguay es la moneda más estable de Sudamérica y una de las más
antiguas. En similar situación está el peso uruguayo.
Brasil tiene como moneda el real, creado a mediados de los años 1990 en el marco de una estrategia de lucha contra la inflación y su banco central es autónomo. Argentina creó a comienzos de esa década el actual peso argentino
para reemplazar al “austral”, también en medio de una crisis de hiperinflación.
Las trayectorias muy distintas que siguen las dos monedas ilustran los desafíos del proyecto.
Mientras Brasil tiene un mercado de cambios formal que se rige por la oferta y la demanda, Argentina tiene varios tipos de cambio que incluyen el oficial, otros para transacciones comerciales, turismo o compras de artículos de lujo, y el paralelo o “blue”.
El peso argentino sufre microdevaluaciones diarias en la pizarra oficial y el desfasaje con el mercado informal se profundiza velozmente, publicó AFP.
Experiencia previa
Lula recordó que en el pasado hubo una “experiencia” entre Brasil y Argentina, que estableció que los argentinos podían pagar con su moneda en Brasil y al revés, pero reconoció que no tuvo la influencia esperada.
También, el presidente Fernández se expresó a favor de avanzar en este proyecto.
“No sabemos cómo podría funcionar una moneda común entre Argentina y Brasil, y tampoco sabemos cómo funcionaría una moneda común en la región, pero lo que sí sabemos es cómo funcionan las economías dependiendo de monedas extranjeras, y sí sabemos lo nocivo de todo eso”, subrayó el argentino.