Crítica falta de agua afecta a más de 20.000 personas en Tte. Irala Fernández
La falta de lluvias, sumada a la ineficiencia del Acueducto para el Chaco que ya costó más de US$ 130 millones, coloca en una situación de extrema necesidad a más de 20.000 personas en Tte. Irala Fernández, departamento de Presidente Hayes. Las fuentes de agua se agotan y los pobladores esperan asistencia de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN).
TENIENTE IRALA FERNÁNDEZ, Presidente Hayes (Natalia Ortiz, corresponsal). El encargado del Centro de Operaciones de Emergencia (COE) de la Municipalidad de Tte. Irala Fernández, Javier Espínola, se refirió a la mala situación por la que atraviesan en la zona, donde no llueve regularmente desde hace meses. “Estamos en una situación extrema, no llueve y todas las comunidades sufren, estimamos que de los 35.000 habitantes, unas 20.000 personas están en una situación crítica”, dijo.
Debido a que el acueducto está fuera de funcionamiento y a que los bombeos de agua desde Puerto Casado a Loma Plata están suspendidos, las únicas alternativas son tajamares y pozos artesanales.
“Estamos con muchas dificultades porque el acueducto no está llegando, en esta última semana nos asistió la SEN en las comunidades más necesitadas, como Pozo Amarillo, 10 Leguas y demás, donde repartieron 700.000 litros de agua aproximadamente”, dijo Javier Espínola.
Agregó que la administración municipal cuenta con un camión cisterna con capacidad de 10.000 litros que es empleado para la distribución de agua. El problema principal es encontrar fuentes seguras del vital líquido,
indicó el funcionario.
Otra preocupación en la zona es que en los meses más duros el agua se reparte en alianza con ganaderos de la zona, que ceden los tajamares y pozos de los establecimientos para poder asistir a la población en situación de emergencia. Esa clase de colaboración es cada vez más difícil ya que los productores también necesitan el agua para subsistir y asistir al ganado, dijo Espínola.
Desalinizadora no funciona
En Tte. Irala Fernández hace diez años la SEN instaló una de las dos desalinizadoras de agua, tiempo en que el ministro de ese organismo era Camilo Soares, y que costaron más de G. 8.965 millones, según los datos proveídos por la institución en el 2013.
Mediante la cooperación entre la ONG Coopi (Cooperazione Internazionale) y la administración comunal fueron reparados dos aljibes que forman parte de la estructura y se logró acopiar 60.000 litros de agua.
La mencionada desaladora fue instalada en un lugar “problemático”, ya que la salinidad del agua extraída alcanzaba niveles muy altos. La SEN en ese entonces decidió instalar dos plantas desalinizadoras: una en Villa Choferes y otra en Tte. Irala Fernández. Actual
mente, ninguna de las desaladoras funciona y el costo del proyecto fue de US$ 3
millones (unos 21 millones al cambio del dólar al guaraní).
La desaladora permanece cerrada y custodiada por un funcionario de la SEN y no
se tiene registro de que los costosos equipos llegaron alguna vez a funcionar.