Comisión Europea reafirma que “no es inminente” la firma con Mercosur
El vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de Comercio, Valdis Dombrovskis, aseguró que la finalización de la negociación sobre el acuerdo comercial entre la Unión Europea (UE) y Mercosur “no es inminente”.
Hizo esa afirmación días después de que Francia e Irlanda se hayan negado a concluir el pacto tras las manifestaciones que los agricultores están protagonizando en varios países de Europa, protestando, en parte, contra los acuerdos comerciales de la UE, al considerar que dañan sus intereses.
Dombrovskis refutó esta idea al asegurar que el impacto de los acuerdos comerciales para el sector agrícola en la UE es positivo y que ha promovido las exportaciones europeas sin causar disrupciones en el mercado interior.
Puso como ejemplo el CETA, el acuerdo que la UE firmó con Canadá en 2016 ya que, según dijo, “es una historia de éxito” que “ofrece resultados positivos y tangibles en la UE y sus veintisiete Estados miembros, para los trabajadores, para los agricultores, en todos los sectores y para grandes y pequeñas empresas”.
Dombrovskis dijo que el comercio de bienes entre la UE y Canadá aumentó en 2022 un 66% y el de servicios un 62% en relación a los niveles previos a la firma del acuerdo, que se está aplicando de forma provisional porque aún deben ratificarlo diez países europeos.
La ministra canadiense dijo que el comercio de mercancías entre Canadá y la UE es de 85.000 millones de euros, que representa un 54% desde que se firmó el CETA.
“Nuestro objetivo es seguir fomentando un comercio sostenible e inclusivo, basado en reglas y garantizar que nos siga beneficiando a todos: empresas, trabajadores y comunidades a ambos lados del Atlántico”, dijo NG, que puso como ejemplo las exportaciones de carne de su país a España.
El acuerdo con el Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) dio el salto en 2019 con la firma de un acuerdo político y avanzar en el convenio, tras veinte años de negociaciones, pero, para su entrada en vigencia, debe ratificarse en los parlamentos europeos.
El pacto supone el mayor acuerdo comercial jamás alcanzado por ambas partes al crear un mercado de 780 millones de consumidores.
Según la calificadora internacional de riesgos Moody’s,
este pacto beneficiará más a Uruguay y a Paraguay, dado que son “economías pequeñas y abiertas”.
El capítulo agrícola fue desde un principio el más conflictivo de la negociación.
La Comisión Europea propuso a principios de 2023 un anexo medioambiental al acuerdo ya negociado en 2019, con el fin de incorporar una nueva regulación de la UE y prácticamente obligar a los sudamericanos a cumplir objetivos voluntarios del Acuerdo del París sobre el Clima, algo que fue rechazado tajantemente por el presidente brasileño, Lula da Silva, como presidente pro tempore del Mercosur.