Brasil decidió liberar a Diego Marset al verificar su nacionalidad brasileña
Finalmente este viernes a la tarde la Justicia brasileña resolvió poner en libertad a Diego Nicolás Marset Alba (22), hermano menor del presunto narcotraficante prófugo Sebastián Enrique Marset Cabrera (32), requerido en el caso A Ultranza Py. Diego había sido detenido el 27 de diciembre de 2023 en Foz de Yguazú. Paraguay buscó extraditarlo, pero por ser brasileño eso no es posible.
La Justicia brasileña ordenó ayer la libertad de Diego Marset, hermano del presunto narcotraficante Sebastián Marset. El joven estaba con prisión provisional con posible extradición, pero se comprobó que la documentación brasileña de Diego Marset era “original” y que “no perdió la nacionalidad”.
Marset Alba fue arrestado en el marco de una operación que apuntaba a desmantelar las actividades delictivas del clan Marset. A pesar de las sospechas y la presión regional, principalmente de Paraguay y Bolivia, que consideraban la detención un avance significativo en la lucha contra el narcotráfico, su situación tuvo un giro inesperado.
Su abogado defensor, Santiago Moratorio, dijo a los medios que contra su cliente no había cargos imputables y que además estaba en prisión provisional a la espera de un proceso de extradición que, sostuvo, no se llevaría a cabo.
Moratorio enfatizó que se había verificado la autenticidad de la documentación brasileña de Diego Marset y que este no había renunciado a su nacionalidad brasileña. Basado en el principio jurídico de que Brasil no extradita a sus nacionales, la defensa logró inclinar la balanza a favor de la liberación de su cliente. El citado abogado divulgó que Diego Marset había viajado a Brasil con la intención de entregarse y que se encontraba en el inicio de un proceso de negociaciones cuando la Policía brasileña logró localizarlo y detenerlo en Foz de Yguazú, informó el Observador de Uruguay.
Policía brasileña cree que Diego Marset es pieza clave
La Policía Federal de Brasil había señalado a Diego Marset como una pieza clave en la operativa de su hermano Sebastián, describiéndolo como intermediario en constantes viajes entre Bolivia y Paraguay, facilitando
así las transacciones ilícitas. Además, lo identificaban como la persona encargada de realizar los pagos a organizaciones criminales para asegurar el flujo de narcóticos.
Tras su liberación, Diego Marset ha salido del foco público, aunque la sombra de las actividades de su hermano Sebastián amenaza
con mantener su nombre bajo vigilancia por parte de las autoridades y la opinión pública por tiempo indefinido.