Guardia Civil de España desbarata red de trata que explotaba a paraguayas
La Guardia Civil de España desbarata una red criminal que captaba a paraguayas y otras sudamericanas con fines de explotación sexual. Al menos once personas quedaron detenidas. Las víctimas vivían hacinadas y en condiciones de insalubridad.
La Guardia Civil española, en colaboración con la Policía Nacional, liberó a seis mujeres sudamericanas en las localidades de Manresa y Mollet del Vallès, en Barcelona, víctimas de explotación sexual que vivían hacinadas y en condiciones de insalubridad.
La organización criminal captaba a las víctimas en países de Sudamérica, principalmente Paraguay, mediante engaño, beneficiándose de su situación de vulnerabilidad y ofreciéndoles unas condiciones de vida y laborales prometedoras, aunque también otras mujeres fueron captadas ya en España empleando el mismo modus operandi.
Para ello, la banda sufragaba todos los gastos y se hacía cargo de los trámites necesarios para que las mujeres pudieran entrar en España y, una vez aquí, eran trasladadas a estos dos pisos-prostíbulos, donde eran obligadas a estar disponibles las 24 horas del día.
Además, eran sometidas a violencia física si el cliente lo requería e, incluso, eran grabadas.
Nada más llegar a España, los delincuentes retiraron los teléfonos y los pasaportes a las víctimas, las cuales no disponían de libertad de movimiento, ya que estaban sometidas a un control férreo por parte de la organización criminal.
Detenidos
Los cuerpos de seguridad detuvieron a los diez integrantes de este grupo criminal de trata de seres humanos, según informó este martes la Guardia Civil, que precisó que entre los detenidos se encuentran los líderes de la banda, un hombre y una mujer, quienes confinaban a las mujeres en dos
pisos-prostíbulos de las citadas localidades.
En ambas viviendas, la organización criminal traficaba asimismo con sustancias estupefacientes, y obligaban a las víctimas a incentivar
a los clientes para que compraran cocaína.
Los diez detenidos en el marco de esta operación, denominada ‘Joya-Aguyje’, están acusados de los delitos de trata de seres humanos
con fines de explotación sexual, contra los derechos de los ciudadanos extranjeros relativos a la prostitución, contra la salud pública, contra la integridad moral y de pertenencia a organización
criminal.
La organización criminal mantenía una sólida jerarquía, con un reparto de roles perfectamente definido en lo relacionado con la captación, traslado y explotación final.