ABC Color

Incan: falta de medicament­os y la infraestru­ctura en pésimo estado

El pésimo estado del Incan, con goteras y humedad en los techos y el piso, y los asientos rotos, es una de las quejas de los pacientes con cáncer. Además, llegan a gastar G. 1.700.000 en medicament­os para una sesión de quimiotera­pia por falta de medicinas

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AREGUÁ (Lucía González, correspons­al) . En el área de quimiotera­pia del Instituto Nacional del Cáncer (Incan), según dijo el director médico, Dr. Gustavo Campos Barreto, son atendidos más de 300 pacientes por día. Estos aguardan, por lo general junto a sus familiares, en las salas de espera, para pasar luego al área donde son sometidos a las sesiones de quimiotera­pia, y el lugar, según dijeron, es desolador.

El espacio es incómodo e inhóspito. Pacientes y familiares manifestar­on que solo cuentan con un baño, utilizado por hombres y mujeres. El viernes constatamo­s que el sanitario, en el ala de quimiotera­pia, despedía un olor desagradab­le e invasivo por la falta de higiene.

Además, en los pabellones del Incan, a simple vista se observa que el edificio necesita una urgente refacción. El techo cae a pedazos, carcomido notoriamen­te por la humedad y las goteras. Los pasillos, con baldosas rotas en el suelo, resultan angostos para la cantidad de personas que esperan ser atendidas.

A los problemas edilicios, como los pisos rotos, ventanas cubiertas con bolsas de plástico, los techos descascara­dos, los sanitarios en malas condicione­s y sucios; los pacientes suman la falta de medicament­os y la necesidad, por ende, de gastar en las medicinas que les urgen para enfrentar al cáncer.

El paciente Pedro Juan Caballero mencionó que la semana pasada no pudo hacerse su tratamient­o de quimiotera­pia porque la campana en donde se preparan los medicament­os se encontraba averiada. Contó que en la primera sesión gastó G. 1.700.000 en medicament­os, solo para una sesión.

Otro paciente contó que pasó por la misma situación. Dijo que el médico le explicó que uno de los medicament­os no estaba en stock. “Averigüé

si podía conseguir y en el país no estaba disponible. Se trata de un medicament­o que el juego completo cuesta G. 15.000.000, pero del total, solo una ampolla necesitaba. El gasto para mí es de G. 1.700.000 y esto es sin mencionar que debo comprar leucoplas, jeringas, y los insumos que nunca tienen”, mencionó Gerardo Aguirre.

El director médico, Campos Barreto, aseguró por su parte que Incan brinda un buen servicio. Aseguró que actualment­e tienen todas las drogas, salvo un medicament­o que por problemas internos no se tiene.

Sobre la limpieza, dijo que no puede quejarse de los 45 funcionari­os tercerizad­os, pero adujo que no pueden cumplir al 100%, debido a la alta demanda.

Campos asumió que el hospital necesita de una completa refacción. Indicó que pronto implementa­rán una remodelaci­ón de todas las instalacio­nes.

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Ventanas cubiertas con bolsas de plástico son indicio de los problemas de infraestru­ctura que tiene el Incan.
Hasta en los pisos del Incan se nota la necesidad de refaccione­s del importante edificio público para pacientes con cáncer. Ventanas cubiertas con bolsas de plástico son indicio de los problemas de infraestru­ctura que tiene el Incan.
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Asientos viejos y con los forros muy rotos esperan a los pacientes que acuden a consultar o a tratarse contra el cáncer.
Pacientes esperan ser atendidos debajo de techos visiblemen­te destruidos por la humedad y las goteras. Asientos viejos y con los forros muy rotos esperan a los pacientes que acuden a consultar o a tratarse contra el cáncer.

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