Pequeños productores temen recibir menor precio por su soja con la 1115
La incertidumbre se cierne sobre el campo ante la inexorable aplicación de la norma 1115/2023 de la Unión Europea. Entre productores, grandes y pequeños, están muy preocupados porque recibirían menos por sus cosechas.
Aunque también los medianos y grandes, los pequeños productores de soja son los que están más preocupados ante el impacto directo que tendrán las exigencias de la Unión Europea, con la norma 1115/2023, según manifestó desde San Joaquín, Caaguazú, Dionisio Páez.
Comentó que los productores de su zona se mantienen alerta y han realizado reuniones para entender y analizar las implicancias de este reglamento.
“Muchos de nosotros trabajamos con los silos para proveerles directamente, podemos decir de dónde viene, porque sabemos de dónde sale nuestra soja, pero no tenemos título de propiedad”, condición exigida por la normativa 1115/2023 de la UE, explican en la información que difundió la
Unión de Gremios de la Producción (UGP).
Páez señala que en su zona se ve muy lejana la posibilidad de cumplir el nuevo reglamento en su integridad, porque en el lugar aún hay mucho atraso, aunque el desarrollo ahora está encaminado con la agricultura moderna.
Nos mantenemos firmes y con esperanzas, dijo Páez señalando que son muchos los desafíos que enfrenta la producción agrícola, a las que ahora se suman nuevas demandas del mercado.
Por otra parte, Víctor Díckel, productor del distrito de Natalio, Itapúa, manifestó que es muy importante que se escuche la voz del productor, por medio de diálogos, porque las medidas que afecten al campo deben adaptarse a la realidad, para que puedan cumplirse. La norma 1115 de la UE podría ser algo complicado si se llegara a concretar, porque hay cosas que se deberán corregir, de lo contrario se estaría desfavoreciendo al productor paraguayo, dijo.
Esteban Vasconsellos, asesor de la Unión de Gremios de la Producción y miembro de la Comisión de Medio Ambiente de la Asociación Rural del Paraguay, apuntó que toda negociación que haga nuestro país con los mercados debe partir de la mirada al campo.
Explicó que, en el caso de que existan intereses en otros mercados, no se puede trabajar desde la imposición del mercado, sino desde la incorporación efectiva del productor al mismo.
En ese sentido, propuso iniciar con los productores y con todos los actores de la cadena de la soja, principalmente
con la parte logística, la tarea de comprobar si la mayoría puede cumplir las exigencias, en cuanto a segregación y otros aspectos.
Vasconsellos indicó que está preocupado de que, por querer cumplir con los plazos, entremos en un esquema que luego nos genere preocupación
y una serie de problemas para la comercialización. Ahora es Europa, pero en el futuro otros mercados. Así que, con más razón, necesitamos cosas bien hechas, según declaró.
Insistió en que es necesario exigir la potestad de armar un esquema en el marco de las posibilidades del
país y respetando su reglamentación.
“Nuestro Estado tiene que buscar que se incorpore la mayoría de los productores, no solo un pequeño grupo; y si no hay solución que lo hagan con una consultoría privada para quienes deseen entrar en el esquema”, añadió.