De “milagro” no murió, dice Fiscalía
El paciente del Instituto de Previsión Social (IPS), cuyos hijos lo extubaron en medio de un “ritual religioso”, no murió gracias a la rápida intervención de los médicos, destacó ayer la fiscala interviniente, Silvia González.
El hecho ocurrió en la mañana del lunes, en la unidad de cuidados intensivos del Hospital Central. Felipe Barreto, oriundo de Coronel Oviedo, recibió una rápida atención del personal de salud tras ser extubado por uno de sus hijos. El Ministerio Público afirma que si no se lograba detener a los familiares del paciente, este habría fallecido por lo grave de su condición clínica.
González comentó que fue uno de los hijos quien logró ingresar completamente a la sala de terapia intensiva, violentando al personal de salud y retirar los equipos de respiración asistida a su padre.
“Su pretensión era sacarle a su papá todos los tubos y aparatos para que él solo se pueda levantar por un milagro o una obra de Dios, pero su papá estaba dependiendo de los aparatos que estaba teniendo, porque estaba con un cuadro grave y, por eso, estaba en terapia”, aseguró la fiscala.
González comentó que el paciente sufrió traumatismo craneoencefálico grave y un trauma pulmonar, a causa de un accidente en motocicleta, por lo que requiere de los respiradores para seguir viviendo. “Los médicos realizan rápido el procedimiento para volver a intubar al paciente; gracias a eso es que se salva y no fallece, porque si transcurrían minutos más, podía morir”, mencionó.
Tras el incidente, los cuatro hijos del paciente fueron arrestados y derivados a la Comisaría 12ª Metropolitana. Posteriormente, el Ministerio Público imputó al hijo que ingresó a la terapia, por tentativa de homicidio.
La fiscala explicó que, pese a que la intención no era arriesgar la vida del padre, el hijo debió comprender los riesgos y la condición crítica del paciente.