Cientos asisten al funeral del enemigo político de Putin
MOSCÚ (AFP). El opositor ruso Alexéi Navalni (47) fue enterrado ayer en un cementerio de Moscú, en presencia de miles de simpatizantes que acudieron a rendir un último homenaje al principal detractor del Kremlin, muerto en circunstancias no esclarecidas en una prisión del Ártico.
Navalni era el enemigo número uno del presidente Vladímir Putin. Al funeral fueron tres figuras destacadas de la oposición rusa, Evegueni Roizman, Boris Nadezhdin y Ekaterina Duntsova. También, los embajadores de Francia, EE.UU. y Alemania.
Las fuerzas arrestaron a unas 45 personas en diferentes concentraciones en homenaje al exactivista anticorrupción, según la ONG especializada OVD-Info.
Con flores, algunos llorando, los simpatizantes de Navalni se concentraron cerca del cementerio y de la iglesia, y muchos corearon lemas contra el Kremlin y contra su ofensiva en Ucrania,
como “¡No a la guerra!” o “¡No te olvidaremos!”.
Las exequias tuvieron lugar dos semanas después de la muerte del opositor, el 16 de febrero en una prisión en el Ártico en circunstancias todavía por esclarecer.
Sus colaboradores, su viuda y los países occidentales acusan al presidente Putin de ser responsable de su muerte, lo que niega el Kremlin.
Su cuerpo estuvo retenido durante ocho días y la familia tuvo dificultades para encontrar un lugar que aceptara
acoger la ceremonia. A la iglesia solo pudo entrar un reducido número de personas. Allí, como manda el rito ortodoxo, el cuerpo del Navalni fue expuesto por primera vez al público, cubierto de flores rojas y blancas. El coche fúnebre llegó entre los aplausos de miles de personas, custodiadas por policías antidisturbios. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, advirtió que cualquier manifestación “no autorizada” con motivo del funeral podría ser sancionada.