Super Tucanos II
El camino más fácil para argumentar la inconveniencia de la adquisición de los aviones Super Tucano es comparar Salud y Educación con Defensa.
La falta de medicamentos, el déficit edilicio de las escuelas y la falta de kits escolares son inconcebibles. Pero estas carencias tendrían más bien que ver con la gestión deficitaria de esas carteras más que con los planes de Defensa, que tiene mucho menos dinero asignado para el 2024.
Si echamos la mirada al Presupuesto 2024, Salud tiene G. 8,08 billones y Educación G. 112,5 billones; Defensa tiene menos que ambas: G. 2,3 billones.
Además, se debe puntualizar que la compra de esta flota para la Fuerza Aérea Paraguaya (FAP) ya tiene código SNIP desde el año 2015, es decir, ya fue estudiada, comparada y aprobada por las instancias correspondientes para su compra.
Estos aviones se encuentran dentro de la naturaleza de Defensa y forman parte del mentado proceso de modernización que conlleva la parte humana de reorganización de las fuerzas (tema a abordar en otra ocasión) y de los implementos para llevar adelante las iniciativas de protección del espacio aéreo y dejar de ser considerados como un país “referente” en términos de narcotráfico y contrabando.
Pero hagamos la disección de qué es lo que se quiere comprar y por qué hay diferencias entre lo que Uruguay desistió de comprar en 2017 y que Colombia compró en el 2005. Los ofrecidos a Uruguay eran aviones usados con 12 años de antigüedad; entretanto, los adquiridos por US$ 9 millones por Colombia eran de la primera versión (ahora ya tienen casi 20 años de uso y han sido actualizados a un costo extra), sin sistemas de armas, que luego tuvieron que comprar aumentando el costo original.
Conviene puntualizar que el plan de Paraguay es adquirir seis Embraer EMB-314/A-29NG Super Tucano nuevos. Esta compra incluye un simulador de vuelo para el entrenamiento en tierra de futuros pilotos, un hangar especial, entrenamiento en Brasil de 8 pilotos y 12 mecánicos de aviación de la FAP. Incluye también la revitalización de los seis AT-27 Tucanos que tiene la FAP –desde el año 1987–, que permitirá extender la vida útil al menos 15 años más.
Paraguay necesita muchas cosas, muchas, pero también necesita ponerse los pantalones largos, en materia de defensa dejar de ser considerado como un chiste cuando se habla de lucha contra el crimen organizado transnacional, el narcotráfico y el contrabando.