Retroceso en Alto Paraguay
El periodo democrático que se inició hace 35 años en nuestro país tras el derrocamiento del gobierno del dictador Alfredo Stroessner el 2 y 3 de febrero del año 1989 significaba una ventana de esperanza para los pobladores del departamento de Alto Paraguay, que en esa época ya ansiaba salir del eterno aislamiento social.
Se inauguraba el periodo de gobierno departamental y con ello también los trabajos para dotar de caminos a los cuatro distritos del decimoséptimo departamento del Paraguay, pero, lastimosamente, este arranque esperanzador se paralizó en poco tiempo, ya que las sucesivas autoridades departamentales no se preocuparon ni se ocuparon de mantener en buenas condiciones la red vial, por lo que en forma cíclica se producen los aislamientos de las poblaciones en temporadas de lluvia.
Al desinterés por mantener transitables los caminos se suma el hecho de que las autoridades nada hicieron para evitar que dejara de funcionar el barco Aquidabán que realizaba un viaje semanal a las comunidades del Alto Paraguay, transportando cargas y personas.
Se llegó al extremo de que actualmente el distrito de Bahía Negra se encuentra aislada, sin servicio de transporte público de pasajeros vía terrestre y tampoco transporte fluvial. Mientras, el vuelo del Servicio de Transporte Aéreo Militar (Setam) se lleva a cabo una vez por semana y solo tiene capacidad para cinco pasajeros.
Cuando los pobladores del Alto Paraguay no contaban todavía con caminos, había tres vuelos semanales del Setam. Además, en forma quincenal llegaba a los puertos de la comunidades ribereñas una de las embarcaciones de la recordada Flota Mercante del Estado, compuesta por dos barcos.
El departamento no contaba con rutas o caminos, pero el Gobierno central no descuidó el servicio de medios de transporte para las comunidades de la zona, con lo que se evitaba el aislamiento. Sin embargo, actualmente, la zona se encuentra casi totalmente incomunicada, lo que es un signo de retroceso en el Alto Paraguay.
Los sucesivos gobiernos departamentales se caracterizaron por hechos de corrupción; la dotación de infraestructura vial segura no figuró en sus intenciones y, por lo tanto, tampoco trabajar por el desarrollo de la zona.
Por ejemplo, Bahía Negra y Fuerte Olimpo poseen atractivos naturales únicos, incomparables, por lo que la actividad turística podría ser bien aprovechada para generar movimiento económico en la zona, pero la falta de caminos de todo tiempo trunca esa posibilidad.