Expresidente de Honduras, culpable de narcotráfico
El expresidente de Honduras Juan Orlando Hernández ayer fue declarado culpable de narcotráfico y tráfico de armas por el jurado de un tribunal federal de Nueva York, Estados Unidos. Fue al término de un juicio histórico que puede llevar al exmandatario a
NUEVA YORK, Estados Unidos, 8 (AFP).
Tras un día y medio de deliberaciones, el jurado de 12 personas anunció su veredicto unánime poco antes de las 13:30 de ayer en los tres cargos de los que le acusaba la fiscalía: culpable de conspirar para enviar cocaína a Estados Unidos y para traficar y poseer armas. Su condena será anunciada el 26 de junio, anunció la Fiscalía.
“Soy inocente, díganselo al mundo, los amo”, dijo Hernández de 55 años, al abandonar la sala dirigiéndose a sus familiares, entre ellas dos cuñadas, que vinieron a arroparle -ni su esposa ni sus hijos recibieron visado para viajar a Nueva York-, así como los tres generales que testificaron a su favor en el juicio.
Flanqueado por sus abogados, tras escuchar del juez Kevin Castel que el jurado había alcanzado un veredicto, el expresidente parecía rezar. Después, siguió el veredicto moviendo la cabeza con incredulidad a medida que el jurado portavoz respondía a cada una de las preguntas que formuló el juez para establecer su culpabilidad.
Su abogado Raymond Colon anunció que su cliente apelará el fallo.
Según la Fiscalía, el expresidente creó un narcoestado durante su presidencia (2014-2022) y convirtió a su
país en una “super autopista” por donde pasaba buena parte de la droga procedente de
Colombia con destino a Estados Unidos.
La red que protegió habría
enviado más de 500 toneladas de cocaína a ese país. A cambio, Hernández habría recibido millones de dólares de los cárteles de la droga, entre ellos el de Sinaloa, del narcotraficante mexicano Joaquín “Chapo” Guzmán -condenado a cadena perpetua en Estados Unidos-.
El fiscal Jacob H. Gutwillig recordó al jurado que el acusado mantenía un doble discurso: en público promovía leyes contra el narcotráfico y las extradiciones de narcos a Estados Unidos y se reunía con funcionarios y autoridades estadounidenses, pero “nada de esto deshace lo que el acusado hizo por detrás de las puertas” .