Expresidente hondureño “eligió abusar del poder para su propio beneficio”
El exmandatario hondureño Juan Orlando Hernández “tuvo todas las oportunidades para ser una fuerza del bien en Honduras, en cambio, eligió abusar del poder y del país para su propio beneficio”, argumentó el fiscal de la Corte Damian Williams, tras conocer
NUEVA YORK (AFP). El expresidente convirtió a Honduras en una “superautopista” por donde pasaba buena parte de la droga procedente de Colombia con destino a Estados Unidos, recordó la fiscalía durante el juicio.
El fiscal Jacob H. Gutwillig recordó al jurado que el acusado mantenía un doble discurso :en público promovía leyes contra el narcotráfico y las extradiciones de narcos a Estados Unidos y se reunía con funcionarios y autoridades estadounidenses, pero “nada de esto deshace lo que el acusado hizo por detrás de las puertas”. “Es un narcotraficante”, zanjó.
Hernández fue declarado culpable el viernes de narcotráfico y tráfico de armas por un jurado de un tribunal federal de Nueva York, al término de un juicio histórico que puede llevarle a pasar el resto de su vida en la cárcel.
Tras un día y medio de deliberaciones, el jurado de 12 personas anunció su veredicto unánime: culpable de los tres cargos de los que le acusaba la fiscalía.
Su condena será anunciada el 26 de junio, anunció la fiscalía.
Extraditado en abril de 2022 a Estados Unidos, tres meses después de ceder el testigo de la presidencia a su sucesora la izquierdista Xiomara Castro, el condenado es el autor de la famosa frase
“Le vamos a meter la droga en sus narices (a los estadounidenses) y no se van a dar ni cuenta”,
según un testigo. JOH, el acrónimo por el que es conocido en su país, seguirá así los pasos de su hermano Tony Hernández
y de Geovanny Fuentes, un estrecho colaborador de este, que cumplen cadena perpetua en Estados Unidos.
Otros condenados por el mismo delito son Fabio Lobo, hijo del expresidente Porfirio Lobo (2010-2014), y el diputado Fredy Renán Nájera.
Según la fiscalía estadounidense, Hernández participó y protegió entre 2004 y 2022 –cuando era diputado, presidente del Congreso y luego presidente de la República– a una red que envió más de 500 toneladas de cocaína a los Estados Unidos.
A cambio, habría recibido millones de dólares de cárteles de la droga, entre ellos el de Sinaloa, del narco mexicano Joaquín “Chapo” Guzmán, condenado a cadena perpetua en EE.UU.
“Daño al país”
“Hoy se ha hecho justicia”, dijo eufórica la activista de derechos humanos Lida Perdomo frente a la Corte, donde se reunieron cerca de un centenar de bulliciosos hondureños para aguardar el veredicto.
“Esperamos que lo condenen como mínimo a tres cadenas perpetuas y eso sería poco para que pague todo el daño que le hizo a mi país”, afirmó.
Desde 2014, Honduras ha extraditado a Estados Unidos 38 personas acusadas de narcotráfico.
El exjefe de la policía nacional Juan Carlos “Tigre” Bonilla y el expolicía Mauricio Hernández, que iban a ser juzgados con el expresidente, se declararon culpables de tráfico de drogas unos días antes del inicio del juicio. Sus condenas se conocerán en los próximos meses.
Buena parte de la docena de testigos que presentó la fiscalía pusieron en evidencia la corrupción y los estrechos vínculos existentes entre política y narcotráfico en Honduras.