Jefe de Ambiente de la UE llega para justificar la norma “antideforestación”
El comisario europeo de Medioambiente, Virginijus Sinkevicius, realizará una gira por Paraguay, Bolivia y Ecuador para intentar aplacar las críticas y el alcance de la ley de la Unión Europea (1115/23) con la que busca frenar la deforestación importada. “La narrativa de que pillamos con la guardia baja a nuestros socios... no la compro (...). Quizá no estuvieran siendo serios en deforestación”, deslizó.
BRUSELAS (EFE). “Los esfuerzos voluntarios no estaban consiguiendo nada, la deforestación seguía creciendo”, dijo Sinkevicius, antes de su viaje a Paraguay –entre mañana y pasado–, Bolivia y Ecuador.
El comisario de Medioambiente aprovechará para hacer pedagogía sobre la nueva ley europea, que abarca el ganado, el cacao, el café, el aceite de palma, la soja, la madera y el caucho e incluye también los productos que contengan, hayan sido alimentados o se hayan fabricado con estos, como el cuero, el chocolate o los muebles, así como el carbón vegetal, productos de papel impreso y una serie de derivados del aceite de palma.
A partir de finales de año, las empresas que importen estas materias y productos derivados en la Unión Europea tendrán que rastrear su origen y garantizar que su obtención no causó deforestación o degradación forestal respecto a los valores existentes el 31 de diciembre de 2020.
“La regulación se aplica igualmente en la UE y en los países de fuera, mismas reglas”, subraya Sinkevicius, quien asegura que la ley no está diseñada contra ningún país en particular.
Clasificación de países
Gran parte de las críticas que cosecha la normativa giran en torno a la clasificación de países que hará la Comisión Europea en función del riesgo de deforestación que presenten sus exportaciones.
“Lo que en realidad sería malo es que se asocie a un país con la deforestación”, se defiende el comisario, que comprende que hay países que desconfían de que la UE haga “una especie de evaluación que va a tener impacto en su reputación”, pero asegura que “los países de alto riesgo simplemente tendrán un número más elevado de controles que los de riesgo bajo”.
Sinkevicius no cree que el problema sea que la UE no haya trabajado la ley previamente con los países que se sienten señalados y dice que estaba suficientemente claro que hay que frenar la deforestación a nivel global y que los esfuerzos voluntarios no bastaban.
“La narrativa de que pillamos con la guardia baja a nuestros socios... no la compro (...). Quizá no estuvieran siendo serios en deforestación”, desliza.
También, despierta inquietud la obligación de informar sobre la localización exacta del origen de las materias primas, pues podría suponer una carga administrativa difícil de asumir para las pequeñas y medianas empresas. “Solo habrá que aportarla una vez, porque el suelo no se mueve (...). No será una gran carga”, asegura el comisario.
Más agenda
Se esperan anuncios sobre programas de apoyo con fondos comunitarios y que otros temas entren en la agenda, como la falta de avances en la negociación sobre el acuerdo con Mercosur en Paraguay, o la pesca ilegal en Ecuador, donde Sinkevicius pedirá a Quito apoyo a
la campaña de la UE para establecer una nueva zona de protección marina en la Antártida.
En Bolivia, con grandes reservas de litio, el comisario espera que la visita “ayude a resaltar las ventajas de la relación bilateral”.
“El acceso a materias primas
críticas es fundamental (...) y, para lograrlo, la Comisión está identificando proyectos estratégicos” para establecer en los países con reservas de tierras raras parte de la cadena de valor de las tecnologías verdes, y “Bolivia es uno de ellos”, comentó.