Venganza que se topó con una filtración
Marcos Cáceres Amarilla
Pocos meses en el poder le tomó al expresidente Horacio Cartes y su equipo político-jurídico preparar lo que parece una venganza contra el expresidente Mario Abdo Benítez y exfuncionarios. Pero, la imprevista filtración de las conversaciones que tuvo su abogado Pedro Ovelar con Aldo Cantero, uno de los fiscales que realizó la imputación, fue un manotazo que amenaza hacer caer la iniciativa como un castillo de naipes.
La tesis de Cartes y su equipo es que la información revelada por el anterior gobierno sobre él fue la que utilizó el Departamento de Estado de los EE.UU. para declararlo significativamente corrupto y aplicarle sanciones económicas.
Por lo que dijo el abogado Ovelar, apuntan a demostrar que las acusaciones contra Cartes son falsas y por tanto esperan dejar sin efecto las sanciones recibidas por el expresidente.
Cuesta creer que las cosas sean tan sencillas porque habría que admitir entonces que el gobierno de EE.UU. es engañable con información falsa.
En cuanto a la imputación de la Fiscalía contra Abdo Benítez y sus exfuncionarios, la publicación del supuesto intercambio que tuvo Ovelar con el fiscal Cantero lleva a pensar que gran parte del trabajo del fiscal lo hizo Ovelar.
El cartismo y su equipo quieren hacer creer que esas conversaciones son falsas.
Sin embargo, algunos detalles refuerzan la impresión de que son verdaderas, incluyendo alusiones a cuestiones muy personales, como que el abogado justifique que su cliente “toma tanto” por la presión a la que es sometido.
Ovelar no es el primero que hace ese tipo de observaciones sobre el exmandatario. Alguna vez, hicieron lo mismo los expresidentes del Senado Julio César Velázquez y Juan Carlos Galaverna. Este último, en más de una oportunidad, dijo públicamente que su actual líder abusaba del alcohol, aunque sin justificarlo, como hizo Ovelar.
Coincidentemente, el abogado Ovelar, desde hace unos días, desapareció del escenario público para evitar, aparentemente, tener que responder las consultas periodísticas.
Otra cuestión que hace pensar que lo filtrado es cierto, es la reacción que tuvo el fiscal Cantero, corriendo de los periodistas que querían consultarle del tema. Si se trataba de un montaje, no hubiera tenido problemas en dejarlo en evidencia.
El caso judicial continúa. Sin embargo, las circunstancias que rodearon a la imputación hacen casi imposible creer que será llevado por fiscales y jueces de manera imparcial.
El objetivo del equipo cartista, según lo dijo el mismo abogado Ovelar, era avanzar después sobre algunos periodistas y medios de prensa.
La duda es si, pese a todo, seguirán con ese plan inicial.