Allanan el “castillo” del juez de Paz imputado por estafas con vehículos
Agentes de la Policía y funcionarios de la Fiscalía quedaron sorprendidos ayer al allanar en Villeta la casaquinta del juez de Paz de Chaco’i Jorge Adolfo Franco Garelik, que resultó ser la imitación de un castillo. También catearon su domicilio en Asunción, en conexión con una serie de estafas perpetradas con la venta de vehículos.
El primer allanamiento, ejecutado por policías de Investigaciones de Asunción y la fiscala Lourdes Bobadilla de Ñemby, se inició a las 7:00 en la exótica casaquinta situada en la ruta que conecta Ypané con Villeta.
Específicamente, es a tres kilómetros de la ruta PY01 (ex Acceso Sur) y cinco kilómetros antes de llegar al centro de Villeta.
La propiedad consta de una construcción de más de 1.000 metros cuadrados, que simula ser una fortaleza o un castillo. Adentro hay un quincho, piscina y habitaciones de descanso.
En el lugar fueron encontrados
documentos relacionados con las labores judiciales de Jorge Adolfo Franco Garelik, de 55 años de edad, quien es juez de Paz del distrito de Nueva Asunción (Chaco’i), en el departamento de Presidente Hayes.
Este se encuentra imputado por prevaricato y asociación criminal, en un proceso impulsado justamente por la fiscala Bobadilla, quien ya pidió su desafuero.
Luego de esta operación, otro grupo de Investigaciones de Asunción y la fiscala Gladys González de Ñemby allanaron el domicilio particular del magistrado, en
el barrio San Pablo de Asunción.
El juez Franco Garelik sí fue localizado en esta casa, pero como aún goza de fueros, no lo pudieron llevar detenido.
La Corte Suprema de Justicia suspendió recientemente al citado magistrado, así como a su actuaria Gabriela Noemí Gaona Benítez, de 35 años, y al ujier notificador de ese despacho, Reinaldo Ramón Bordón Duisit, de 52 años, pero por otras irregularidades que no tienen que ver con este proceso por el cual se hicieron los allanamientos de ayer.
Resulta que el juez de Paz
de Chaco’i, pese a que no correspondía a su jurisdicción, habría emitido unas 100 órdenes de secuestro a favor de la playa de venta de vehículos Steven Automotores de Ñemby, cuyos dueños son Carlos Alfredo Bareiro Benítez, de 54 años, y su hijo Denis Steven Bareiro Chávez, de 31 años, quienes se encuentran prófugos, imputados por estafa y asociación criminal y con pedido
de prisión preventiva.
Según la investigación, los Bareiro vendían vehículos en su playa y luego no se hacían encontrar cuando los compradores querían abonar su cuota, con lo que generaban un retraso en el pago. Ahí intervenía el juez de Paz, quien firmaba las órdenes para que la playa recuperara los rodados vendidos, perjudicando a los compradores.