Corte ratifica pena máxima para dos reclusos por masacre de San Pedro
La Corte Suprema de Justicia declaró inadmisible el recurso extraordinario de casación planteado por dos condenados por la masacre en la cárcel de San Pedro, ocurrida en 2019. En consecuencia, quedan firmes las condenas de 40 años de encierro –30 años de condena más 10 de medida de seguridad– establecidas para ambos.
Por unanimidad, los ministros de la sala penal declararon la inadmisibilidad del recurso extraordinario de casación planteado por las defensas de Roger Darío Delgado Molinas y Junior Rolando Báez, sentenciados a 40 años de reclusión por el brutal asesinato de otros 10 reclusos, ocurrido el 16 de junio de 2019 en el interior de la Penitenciaría Regional de San Pedro.
Los condenados que recurrieron a la Corte Suprema de Justicia integran el grupo de siete acusados sentenciados a la pena máxima de 30 años de cárcel más 10 años de medidas de seguridad.
Este fallo fue ratificado en segunda instancia el 28 de marzo del año pasado, a través del Acuerdo y Sentencia Nº 14, dictado por el Tribunal de Apelaciones en lo Penal de la Circunscripción Judicial de San Pedro.
Esta fue la sentencia atacada por el defensor público José Guillermo Escandriolo, quien argumentó que la Cámara arribó a la solución final del caso en forma arbitraria, pues las pretendidas explicaciones en ciertas partes no se compadecen con la realidad de los hechos. Finalmente, solicita la nulidad de la sentencia y la absolución de sus representados.
Escandriolo también radicó el recurso de casación en representación de Jorge
David Centurión, igualmente condenado a 40 años de reclusión, pero como el mismo fue asesinado en la cárcel en octubre del año pasado, se declaró la extinción de la causa con relación a él.
Los ministros Luis María
Benítez Riera, Manuel Ramírez Candia y Carolina Llanes explican que el recurso no individualiza el agravio en forma clara y concreta y además fue presentado en forma extemporánea.
La masacre ocurrió el 16
de junio de 2019 en la Penitenciaría Regional de San Pedro, durante un enfrentamiento entre presuntos miembros del Primer Comando da Capital (PCC) y del Clan Rotela, grupos ligados al tráfico de drogas.