A diez años de la ley del billetaje, sistema sigue sin funcionar en 100%
Con el objetivo de conocer datos exactos de la oferta y demanda del transporte público en Paraguay, el Congreso Nacional promul- gó en 2014 la Ley N° 5230 “que establece el cobro electrónico del pasaje del transporte público”. La idea era que, con la tecnología, se faciliten la lectura y comprensión de las informaciones, para elaborar políticas públicas del servicio del traslado masivo de personas.
En dicha ley se estipuló que el billetaje debía funcionar en el lapso de dos años en las áreas metropolitanas del país y en cinco años, como plazo máximo, en todo el territorio nacional. Pero a 10 años de esa promulgación, solo se aprecian quejas contra el sistema y la falta de control y de transparencia de las gestiones para la prestación, que solo se tiene en Asunción y el área metropolitana. Además, se cuestiona al sector de los transportistas por acceder a información privilegiada, generada con el cobro electrónico, pues son datos que inciden en el monto de subsidios que ellos reciben.
Es que se le habilitó al Centro de Empresarios del Transporte del Área Metropolitana (Cetrapam), gremio que nuclea a la mayoría de las concesionarias del transporte público, como opera- dor del billetaje. Esa decisión, que permite a Cetrapam disponer de datos específicos sobre el negocio para brindarlos al Estado para recibir subsidios, tuvo origen
En 2014 se promulgó la Ley N° 5230 que estipuló el cobro electrónico para todo el sistema de transporte público. Pese a la claridad de la disposición, el billetaje, que debería extenderse a todo el país, sigue sin funcionar en un 100%. En el sector se lo critica y hasta lo llaman “una mentira, un fiasco”, ya que al parecer fue montado para favorecer a Cetrapam.
en la reglamentación, vía decretos, coinciden en explicar especialistas del rubro.
Carlos de Pauli, quien fue representante de una de las compañías interesadas en operar el billetaje electrónico en Paraguay, conversó con ABC y reiteró su denuncia de que el proceso de habilitación no fue abierto ni tuvo reglas claras y transparentes. El procedimiento estuvo a cargo del Viceministerio de Transporte (VMT), con Pedro Britos a cargo de la institución.
“Ya vencieron los plazos ordenados en la Ley N° 5230 para la implementación del billetaje en todos los departamentos”, comentó.
Agregó que el viceministerio desafía al sistema al incumplir la ley. “Si no puede manejar un área metropolitana, ni pensar en extender (el billetaje) a nivel nacional. Por eso se posterga o frena”, denunció.
Entre las anomalías en el funcionamiento del billetaje se puede mencionar que las tarjetas no son nominativas (cada plástico debería estar vinculado a la identificación de cada pasajero), también la falta de transparencia en las decisiones del VMT y la no divulgación de información generada con el uso de billetaje, vía datos abiertos.
“El billetaje es un fiasco, una mentira y solo lo mantienen por el millonario negocio del subsidio”, dijo.
El llamativo proceso
Para habilitar a los operadores del billetaje, no se llamó a licitación ni a concurso público, sino que solo se establecieron reglas generales que debían cumplir los interesados. Se encargó al VMT la implementación del proceso, mediante decreto reglamentario.
De Pauli indicó que el proceso constaba de cinco fases y la firma a la que representaba no ha sido habilitada, sin razón técnica. La fase 1, meramente administrativa, y de la 2 a la 5, eran técnicas. “En la fase 1, que es de presentación comercial y jurídica de la firma local, hace cinco años que la carpeta está cajoneada en el VMT, y lo técnico ha sido certificado hace más de 3 años”, lamentó.