Histórica victoria opositora en Turquía frenaría nuevo mandato de Erdogan
La derrota del partido AKP del presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, en las elecciones municipales del domingo, podría deberse a la pérdida del bienestar económico y, paradójicamente, al auge del islamismo. El resultado nacional frenaría la intensi
ANKARA (EFE). En una intensa campaña electoral, Erdogan se implicó a fondo en estas elecciones, destacando siempre la crucial importancia de reconquistar la alcaldía de Estambul para su partido, el gobernante AKP (islamista), tras haberla perdido en 2019.
Pasó entonces a manos del mayor partido de la oposición, el socialdemócrata CHP, cuyo candidato, Ekrem Imamoglu, se convirtió en alcalde. El domingo fue reelecto frente a
su rival, Murat Kurum, del partido de Erdogan.
La clara victoria de Imamoglu se interpreta por lo tanto como un fracaso personal de Erdogan y su política nacional.
El CHP no solo se quedó con las alcaldías de 35 capitales de provincia, frente a 24 del AKP, sino que se colocó como primer partido del país, superando a su rival en un millón de votos, casi 2
puntos, y conquistando varios bastiones del AKP.
El principal motivo del cambio que mostraron los electores en las urnas es el deterioro de las condiciones económicas de la vida de importantes capas de la sociedad, con una inflación del 67% interanual, según los expertos consultados por EFE, entre ellos el politólogo Tarik Sengül, quien ve en el creciente autoritarismo de
Erdogan y su discurso cada vez más islamista, otro elemento que jugó en contra de la formación que gobierna Turquía desde 2002, que impulsó a “muchos nacionalistas, conservadores y kurdos” a optar por un voto que frene al AKP.
También contribuyó el avance del partido islamista Yeniden Refah (YRP), dirigido por Fatih Erbakan, hijo de Necmettin Erbakan,
el fundador del primer partido islamista turco y mentor de Erdogan en los inicios de su carrera política.
El apoyo popular al YRP, que reivindica un islamismo más ” puro” y “moral” que el de Erdogan subió hasta el 6,2% desde el 2% obtenido en las parlamentarias de mayo.
Reelección de Erdogan
Los analistas coinciden en que la derrota sufrida por el
AKP en estas municipales pone fin a una eventual aspiración de Recep T. Erdogan a un nuevo mandato en las elecciones presidenciales de 2028, actualmente hipotética pues la Constitución le veta una nueva candidatura.
Tanto para someter a referéndum una reforma constitucional como para unas elecciones anticipadas decididas por el propio Parlamento, único caso en el que se permite un tercer mandato del presidente, se necesitan tres quintos de los votos del hemiciclo, 360 de los 600 escaños, y la coalición de Erdogan solo tiene 323 diputados.
Su derrota acalla los persistentes rumores de que conseguiría encontrar los 37 votos que le faltarían.
“Ahora, lo único que puede hacer Erdogan es pensar en cómo gobernar hasta 2028. Sentirá en la nuca todo el rato el aliento de Ekrem Imamoglu”, dice el politólogo Rasit Kaya.
Nadie duda de que Imamoglu usará la alcaldía de Estambul como trampolín para conquistar la presidencia del país en los próximos comicios, como ya lo hizo el propio Erdogan, alcalde de Estambul entre 1994 y 1998.