China reitera a EE.UU. que “Taiwán es una línea roja infranqueable”
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el mandatario de China, Xi Jinping, hablaron de Taiwán y de su rivalidad tecnológica, en un intento por mantener el diálogo pese a las tensiones entre las dos superpotencias.
La República Popular de China y Estados Unidos atravesaron un período de tensión muy fuerte a principios de 2023, cuando un globo chino sobrevoló el territorio estadounidense.
La de ayer es la primera conversación directa entre los dos dirigentes desde una cumbre celebrada en noviembre en California, marcada por un deshielo en el tono, aunque no en la rivalidad a largo plazo entre las dos mayores economías del mundo.
Ha sido un “intercambio sincero y profundo” sobre asuntos de interés común, estimó la cadena estatal china CCTV. La Casa Blanca afirmó que la conversación se centró tanto en las posibilidades de “cooperación” como en las “diferencias”.
Pese al deshielo no se desprende un acercamiento en los comunicados oficiales publicados por ambas partes. Especialmente cuando se trata de Taiwán.
Biden “subrayó la importancia de mantener la paz y la estabilidad a través del Estrecho de Taiwán, así como el Estado de derecho y la libertad de navegación en el mar de China Meridional”, después de los recientes incidentes, señaló la Casa Blanca.
En la llamada telefónica, Xi le dijo a Biden que Taiwán sigue siendo una “línea roja infranqueable” para China, según la agencia de prensa oficial Xinhua. “No permitiremos que las actividades separatistas o la injerencia externa que apoyan a las fuerzas de la
‘independencia de Taiwán’ queden sin control”
, declaró.
China reclama la soberanía de Taiwán, una isla de gobierno autónomo que Pekín considera parte de su territorio.
Washington la apoya militarmente, pero se opone a cualquier cambio por la fuerza del statu quo.
Biden también expresó su “preocupación” por el apoyo económico e industrial que
Pekín ofrece a Moscú, según la Casa Blanca.
Restricción tecnológica
Otro de los temas peliagudos son las restricciones que Washington impuso a algunas exportaciones tecnológicas de punta a China.
Xi Jinping lo considera un intento de socavar el desarrollo tecnológico de su país y afirmó a su homólogo que Pekín no “se quedará de brazos cruzados” ante estas restricciones.
El presidente chino puso énfasis en que “Estados Unidos
lanzó una serie interminable de medidas para reprimir la economía, el comercio, la ciencia y la tecnología de China, y la lista de sanciones contra las empresas chinas es cada vez más larga”, según Xinhua.
Más allá de los temas de
tensión, China y Estados Unidos tienen la intención de seguir cooperando siempre que sea posible en asuntos como inteligencia artificial y la lucha contra el narcotráfico, así como el deseo de restablecer las comunicaciones militares regulares.