Crece embotellamiento fluvial en el sur
A pesar de los esfuerzos de dragado para facilitar el paso en el tramo difícil del río Paraguay, en la desembocadura del Bermejo aumenta la cantidad de embarcaciones demoradas que se estiman en cerca de 30.
Grandes barcos y remolcadores con barcazas con mercaderías de todo tipo aguardan en las inmediaciones de los pasos Bermejo, Guaicurú y Vuelta Queso para avanzar aguas arriba, hacia Asunción o Villeta.
También en la zona de Pilar, varias embarcaciones esperan para continuar viaje aguas abajo, hacia puertos de Argentina y Uruguay.
El paso Bermejo es considerado crítico debido a la bajante del río Paraguay y los sedimentos arrastrados por la corriente del río Bermejo, que viene desde la Cordillera de los Andes a causa del deshielo.
El capitán de barco Euclides Javier López Vera dijo que el río Paraguay bajó a niveles preocupantes y a eso
se suma la acumulación de sedimentos del Bermejo en puntos clave como la zona de los puertos Guaicurú, Vuelta Queso y Bermejo.
“Estos factores están obstaculizando el tránsito normal de las embarcaciones, lo que afecta gravemente a las actividades comerciales y de transporte fluvial del país, que depende en mayor porcentaje del tránsito por la hidrovía”, apuntó.
El capitán, que está viajando rumbo al puerto Nueva Palmira de Uruguay, señaló que muchas embarcaciones están amarradas frente al
puerto Bermejo (Argentina), tanto aguas abajo como aguas arriba, en la zona de Mburicá.
Jorge Gutiérrez, integrante de la Cámara de Comercio de la ciudad de Pilar, señaló que la situación de los ríos impacta negativamente en la economía local y regional, ya que el transporte fluvial es una parte fundamental de la infraestructura logística en la zona.
El comerciante añadió que es crucial que las autoridades miren a la ciudad de Humaitá como un lugar de aguas profundas. “Hay que mirar a
Humaitá como un proyecto serio para instalar nuevos puertos. ¿Por qué?, porque la bajante del río es un patrón de comportamiento muy habitual y más ahora con los pronósticos del fenómeno La Niña y todo el tema climático”, expresó.
En el tramo difícil del río está trabajando una draga de la empresa T y C (Topografías y Caminos), que deja un canal de 60 metros de ancho y 15 pies de profundidad, pero la prefectura autoriza el paso de embarcaciones con hasta 10 pies de calado.