EE.UU. y Paraguay votan contra autodeterminación de Palestina
(EFE). El Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas aprobó una resolución que reafirmó el derecho palestino a la libre determinación, “incluido su derecho a un Estado de Palestina independiente”.
La resolución, patrocinada por unos 70 países, entre ellos España, Francia, Portugal, Bolivia, Chile, Colombia, Cuba, Honduras, Ecuador, Perú y Venezuela, expresa su apoyo a la solución de dos Estados, Palestina e Israel, “que vivan en paz y seguridad uno al lado del otro”.
Exhorta asimismo a Israel, como potencia ocupante, a poner fin a su ocupación de los territorios palestinos y a “revocar y subsanar todo impedimento a la independencia política, la soberanía y la integridad territorial de Palestina”.
El texto, uno de los tres sobre la situación en Palestina que son sometidos a aprobación en la última jornada de la 55ª sesión del Consejo, fue aprobado por 42 votos a favor, 2 en contra (Estados Unidos y Paraguay) y tres abstenciones (Albania, Argentina y Camerún).
En 2005 Paraguay estableció oficialmente relaciones con Palestina. Y en 2011 estuvo entre los latinoamericanos que reconocieron a Palestina como un Estado libre e independiente con las fronteras del 4 de junio de 1967.
Paraguay fue una de las 33 naciones que votaron a favor del Plan de Partición de Palestina en la ONU, allanando el camino hacia la creación del Estado de Israel. Inauguraron relaciones diplomáticas en 1949.
Israel cerró su embajada en Asunción en 2002 por cuestiones presupuestarias, y en consecuencia Paraguay cerró la suya en Tel Aviv, reabriéndola en 2014. Israel hizo lo propio en Asunción en 2015.
La cuestión del estatuto de Jerusalén es uno de los principales puntos de discordia entre Israel y los palestinos. Israel considera que toda la
ciudad es su capital “indivisible”, mientras que los palestinos quieren hacer de Jerusalén Este la capital de su futuro Estado.
El presidente de Estados
Unidos, Donald Trump, rompió el consenso internacional en 2017 al reconocer Jerusalén como capital israelí, y trasladar allí el pasado mayo la embajada estadounidense desde Tel Aviv, una decisión que fue seguida por Guatemala y Paraguay, aunque este último devolvió su representación diplomática a Tel Aviv.