Espectacular eclipse total de sol recorre Norteamérica
Un eclipse solar recorrió ayer América del Norte, desde México hasta Canadá, pasando por Estados Unidos, donde millones de personas se sumergieron bajo la sombra de la luna, en el marco del espectáculo astronómico que se produce cuando el satélite natural oculta al sol visto desde la tierra.
REDACCIÓN AMÉRICA (EFE). El fenómeno astronómico comenzó su ruta en Mazatlán, México, a las 9:51 hora local y continuó su trayectoria hacia Estados Unidos, donde ciudades, como Eagle Pass, en Texas, presenciaron la totalidad del fenómeno.
En la Ciudad Universitaria de la capital mexicana, más de 7.000 personas se congregaron para testificar un eclipse que México no había experimentado de manera tan nítida desde hace más de tres décadas.
Fue un evento masivo en el que los ciudadanos disfrutaron del eclipse entre alimentos, bebidas y con la compañía de amigos y familiares.
Testimonios como el de Laura García, una ciudadana que comparaba la experiencia de este lunes con el eclipse de 1991, dan cuenta de la nostalgia y el asombro de los espectadores.
Incluso, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, acudió a observar el evento en Mazatlán, donde comentó que es “un fenómeno astronómico único” que se apreciará en esta urbe “como en ninguna otra parte en el mundo. Es el centro, el punto más importante para observar este fenómeno”, señaló con entusiasmo.
Pero la magnitud del eclipse también se sintió más allá de México, con 650 millones de personas en Estados Unidos y Canadá, donde la expectativa del evento fue palpable observándolo parcialmente y 42,8 millones presenciándolo en su totalidad. A pesar de las nubes y la lluvia, la comunidad se benefició del viento que permitió disfrutar del eclipse conocido como el Gran Eclipse Americano.
En contraste, en Nueva York, el eclipse se transformó en una atracción efímera, con eventos de visionado en lugares icónicos y encuentros espontáneos a lo largo de la ciudad.
En Washington D.C., un festival celebró el eclipse con actividades educativas y visuales.
Simultáneamente, en Canadá, las cataratas del Niágara se vistieron de oscuridad y festividad.