Aliados de Teherán, declarados terroristas
EL CAIRO. Liderada por Irán desde el golfo Pérsico hasta la costa mediterránea, la alianza informal Eje de la Resistencia se enfrenta a Israel desde el estallido de la guerra en Gaza, un conflicto que amenaza con extenderse tras el ataque de Irán al Estado judío.
Estos son los principales aliados de Irán, varios de ellos designados por potencias y otros países como organizaciones terroristas.
Hezbolá, el buque insignia. Considerado como el aliado más poderoso de Irán en Oriente Medio, el grupo chií libanés protagoniza un medido pero intenso intercambio de fuego con Israel en la divisoria común desde el 8 de octubre, un día después del estallido de la guerra en Gaza.
Coincidiendo con el ataque iraní contra territorio israelí, la agrupación armada anunció el lanzamiento de “decenas” de cohetes hacia una base militar en el norte de Israel y, posteriormente, reivindicó otra andanada contra tres puestos militares en los Altos del Golán.
Los hutíes, en el punto de mira.
Los rebeldes hutíes del Yemen hicieron gala de sus capacidades con el lanzamiento de misiles y drones contra Israel, además de ataques contra buques mercantes en el mar Rojo y el mar Arábigo desde finales de noviembre para dañar la economía israelí y de sus aliados occidentales.
Las severas disrupciones ocasionadas por estos ataques y la amenaza hutí para
Israel provocaron que a mediados de enero Estados Unidos y el Reino Unido iniciaran una campaña de bombardeos contra posiciones de los insurgentes en el Yemen, aunque la formación asegura que no les va a disuadir.
Las milicias de Irak, desatadas.
Pese a contar con capacidades más limitadas que Hezbolá y los hutíes, la denominada Resistencia Islámica en Irak se atribuyó el lanzamiento de unos 200 ataques contra bases con presencia estadounidense en territorio iraquí y sirio.
El grupo, compuesto por una amalgama de milicias leales a Irán que operan en Irak y en el área fronteriza en el este de Siria, mantiene un perfil bajo después de que en enero uno de sus drones matara a tres soldados estadounidenses en la frontera entre Jordania y Siria.
Eso provocó una airada respuesta de Washington, que bombardeó con fuerza posiciones de estas agrupaciones
armadas tanto en Irak como en Siria, dejando decenas de muertos y haciendo saltar las alarmas sobre la apertura de un nuevo frente de guerra o una confrontación directa con Irán.
El Gobierno iraquí,
que mantiene un delicado equilibrio entre Teherán y Washington, advirtió a sus dos aliados que su territorio no es un campo de batalla, después de que en enero Irán también lanzara misiles contra el norte de Irak alegando que apuntaba contra una sede del Mossad israelí (inteligencia).