“Nos casamos el 25 de febrero”
La modelo Marly Figueredo y el político Rodolfo Friedmann se comprometieron el 5 de noviembre ante más de 3.000 personas. Y ahora, en exclusiva, cuentan la fecha de la boda a TVO. ¡Se casan el 25 de febrero ante el altar de la Catedral de Villarrica! ¿La
Marly Figueredo y Rodolfo Friedmann se comprometieron el 5 de noviembre ante más de 3.000 personas. Y ahora, en exclusiva, cuentan la fecha de la boda a TVO. ¡Se casan el 25 de febrero ante el altar de la Catedral de Villarrica! ¿Más detalles? Seguí leyendo, que los mismos protagonistas de la historia de amor nos revelan más.
Ella, una mediática modelo; él un ascendente político, nada más y nada menos que el gobernador del departamento de Guairá. Marly Figueredo (32) y Rodolfo Friedmann (42) comenzaron siendo amigos hace dos años, hasta que Cupido hizo de las suyas y los convirtió en novios, en julio de este año. Rápidamente, Rodolfo le pidió matrimonio a la morena esteña ante unas 3.000 personas, el pasado 5 de noviembre, en medio de la celebración de su cumpleaños. La noticia sacudió las redes y hoy ambos nos confiesan que darán el sí, quiero, el sábado 25 de febrero. Para traer los detalles de lo que promete ser, sin lugar a dudas, ¡el matrimonio del 2017!, viajamos hasta la capital del departamento del Guairá, donde realizamos una producción en escenarios naturales únicos, como el Salto Suizo y el cerro Akatĩ.
Marly, apenas cinco meses de noviazgo y ya estás preparando a full la boda.
- Fue un cambio brutal. De estar empezando una relación, a los pocos meses ya pasamos a preparar la boda. Aunque no estamos tan atareados, porque tenemos como wedding planner a Desirée Grillón.
¿Cuántas personas invitarían a la fiesta?
- Todavía no terminamos la lista. Hasta ahora, tengo 200 personas en la mía, y él, no sé. Empezó con sus parientes y ya tenía 150. Calculo que serían unas 700 personas. La fiesta será en el Porvenir Guaireño, el club más tradicional de Villarrica.
¿La boda religiosa y civil serán el mismo día?
- Para el civil aún no marcamos una fecha, pero queremos que sea en horas de la tarde, una o dos semanas antes de la ceremonia religiosa.
¿Y cuándo será la ceremonia religiosa?
- Nos costó mucho decidir la fecha de la boda religiosa. Lo hicimos hace apenas unos días, y será el 25 de febrero, en la Catedral de Villarrica.
De seguro ya pensaste en el vestido.
- Quiero un vestido romántico y moderno, nada fastuoso. Soraya Bittar me hará el traje.
¿Qué flores llevarás en las manos?
- Me gustan los lirios y las calas; las flores blancas me encantan. Me idealizo así con flores blancas.
¿Quién se encargará de la deco?
- Óscar Guccione vendrá a mirar el Club Porvenir.
¿Quiénes serán los padrinos?
- ¡Nuestros padres! Me gustaría que mis hermanos, Ronald e Iván, me acompañen hasta la mitad del camino, y que ahí me tome del brazo mi papá, Eustaquio Figueredo. Y por supuesto, mi hijo Tomy sí o sí irá a mi lado. Tiziana llevará los anillos y me encantaría
que estén las trillizas (Rhania, Isabelle y Natzarena), las hijas de mi novio. Rodolfo también desea que su hijo (Rodolfito) lo acompañe al altar, donde estarán sus padres, Rodolfo Friedmann y Guadalupe Alfaro.
Sabemos que tenés raíces villarriqueñas.
- Sí, mi mamá nació en Villarrica. Mis bisabuelos eran inmigrantes italianos. Al terminar el colegio, mi mamá y sus padres migraron a Ciudad del Este, cuando eso Ciudad Presidente Stroessner. Era una selva en esa época. Mi papá es de Yuty y también fue a apostar a la tierra virgen. Es uno de los fundadores del Club Los Pioneros del Este, y siempre trabajó en política.
Están todos emocionados en la familia.
- Los dos ya somos mayores, pero es impresionante cómo se pusieron felices nuestros padres, como si fuese que yo soy una doncella y que él se va a casar por primera vez. Es tan simpático, es como que ellos están más contentos que nosotros por el hecho de que nos casamos. ¡Están chochos! Mi mamá y mi suegra ya andan viendo sus vestidos, sus guantes... Y a mi papá nunca lo vi llorar; la primera vez en mi vida fue cuando Rodolfo me pidió matrimonio.
Estás viviendo un cuento de hadas.
- Yo no exponía mis relaciones, y esto es inatajable, porque así como él es una figura pública, también lo soy yo, y estamos compartiendo con toda la gente lo que nos pasa día a día, lo que hacemos, hasta cuando salimos a andar en bici. La gente como que vive la novela con nosotros. Es un cuento muy lindo, porque yo he pasado mucho y nunca actué de mala fe ni fui mala persona con nadie, y eso se retribuye en la vida. Si vos actuás bien, tarde o temprano Dios te manda alguien que te dé paz, que te trate bien.
¿Nunca te casaste con el papá de tus hijos?
- No estaba casada con él. Hubo planes de casamiento con todos mis novios, pero siempre le tuve fobia al matrimonio, porque venía de una familia de padres separados. Siempre evitaba, era todo “sí, sí”, pero a la hora de concretar, yo misma huía.
¿Y ahora qué pasó?
- Esta vez conocí a un hombre con todas las letras. Es un gran compañero. Si estoy enferma, él cancela sus actividades hasta que esté mejor; me trae los remedios, entra conmigo al consultorio, me prepara el desayuno y me lo lleva a la cama. Lo que busco no es que alguien que me comprenda, sino que me acepte como soy, y Rodolfo es la persona indicada para mí.
¿El gobernador estaba casado?
- Estaba casado por civil con la mamá de sus hijas, se separó y ahora, después de muchos años, volvió a confiar otra vez en una mujer.
Tengo todo en la vida, no puedo pedir más nada”, Marly
Comenzaron a hablarse como amigos.
- Sí, éramos amigos, él me contaba sus cosas con sus exnovias, sus problemas, y yo le contaba lo mío. Había tanta confianza, nunca iba a pasar supuestamente algo entre nosotros. Le contaba todo sin pudor y él me escuchaba. Increíblemente, con todo lo que él sabe de mí –porque acá no hay secretos– y todo lo que yo sé de él, al final los dos aceptamos nuestro pasado y unimos nuestras vidas hoy.
Y se casan ante Dios.
- Él hizo su vida, yo la mía, pero nos casamos por la Iglesia como si no tuviéramos pasado. Yo voy a entrar de blanco a la catedral, que es el sueño de mis padres, más que el mío. Y él también se casará por primera vez ante Dios, y eso es muy lindo. Lo más maravilloso de todo es que vamos a bendecir nuestro amor y nuestros hijos estarán presentes.
Se te ve más que feliz.
- Estoy muy feliz, y mucha gente me dice que se alegra conmigo, porque saben lo que pasé. Nunca me arrepentí de lo hice y lo que pasé, si nada de eso sucedía, hoy no sería la persona que soy. No quiero cambiar nada de mi pasado. Esta unión, si Dios quiere, será hasta que la muerte nos separe.
¿Piensan tener hijos juntos?
- ¡Sí! Esa es la idea. Los que nos rompen las pelotas todo el tiempo son mis hijos. “Mamá, nosotros queremos una hermana”, “No, yo un hermano”, es una discusión diaria entre ellos. Podría ser una parejita más.
Acompañás a Rodolfo en los actos políticos.
- Sí, lo tengo que acompañar como sea, porque cuando no voy, como que está en luz baja. Ando siempre firme a su lado, y le hablo mucho, y a veces, cuando veo que algo no está bien, le doy mi opinión.
En esos encuentros, ¿sentís que la gente les tiene mucho cariño?
- Eso es lo que yo admiro de él, porque los políticos siempre tienen un “pero” para la gente, pero a Rodolfo se le quiere como si fuese un predicador. Llegamos y la gente le abraza, se saca fotos con él, como si fuera un famoso de Hollywood. Tiene un feeling increíble con las mujeres, se vuelven todas locas, todas las chicas dicen: “¡Qué churro el gobernador!”.
¿No sos celosa?
- No. Yo saco las fotos, edito y luego le obligo a que alce a su fan page. Él me dice: “Yo no soy modelo”, y yo le respondo: “Igual, vos tenés que estar lindo, (risas), porque la belleza te abre muchas puertas”.
Sos como su asesora de imagen, también.
- Sí, le asesoro, porque si es por él, hasta a esas reuniones superformales se va a ir de remera. Hay varias fotos de él en su fan page donde todos están de saco, y Rodolfo, de remera. “Van a decir que vos sos el Kelembú de Asunción”, le digo.
¿Ya conocés a los hijos de tu futuro marido?
- Los conozco de la época en la que éramos amigos. Yo venía a casa de mi tía en Villarrica y él era tipo mi
comadre. “Vamos pues a tomar helado”, le decía, y ya aparecía con sus hijos y yo con los míos. Sus chicos son encantadores, viven acá en Villarrica, son artistas, todos cantan, y al varón le gustan los deportes.
¿Te veremos otra vez en bikinis?
- No. A mí me gusta el modelaje, me encanta desfilar, me gustaría seguir haciéndolo en ocasiones especiales, pero ya no en ropas muy sexies, porque sería faltarle el respeto al hombre que está a mi lado.
¿Y la tevé?
- Me gusta, pero ahora viajo mucho con Rodolfo. Y lo primordial son mis hijos. Hay días en que voy a venir a Villarrica y otros en los que estaré en Asunción. Todavía no decidimos dónde vamos a vivir.
“¡ES LA MUJER DE MI VIDA!”
Al gobernador del Guairá le brillan los ojos cuando mira a su amada Marly. Se los ve tan enamorados que parecen dos adolescentes cuando van de la mano a todos lados.
Falta poco para la boda, ¿cómo te sentís?
- Muy contento, muy emocionado por esta decisión. Falta poco para el día de la boda, así que toda la familia está esperando junto a nosotros para compartir con nuestros amigos.
Primero eran amigos, se conocen bien.
- Sí, muy bien. Fuimos amigos casi dos años y después, novios. Así que nos conocemos, cada uno con sus mañas, con sus virtudes; estoy seguro de que vamos a continuar de la misma manera como estamos hasta ahora. Nunca peleamos, somos tolerantes, algo muy importante para una relación.
¿Qué te hizo pedirle matrimonio tan rápido?
- Veníamos de dos años de conocernos y nos queremos. ¡Es la mujer de mi vida! ¿Para qué dejar pasar más tiempo?
El pedido de matrimonio fue muy romántico, como nos gusta a las mujeres.
- La verdad, no estaba en mis cálculos que se viralizara todo eso y tuviera tanta repercusión. Lo hice porque era algo que sentía, y estaban los familiares, mi gente, los amigos de mi ciudad; entonces aproveché esa oportunidad. No planeé que fuera tan público, no estoy muy acostumbrado a estas cosas.
¿Qué les gusta hacer juntos?
- Tenemos mucho en común. Nos gustan los deportes, salir a caminar, a trotar, andar en bici. Es muy fácil porque ninguno de los dos hace algo simplemente para complacer al otro.
Tus familiares quieren mucho a Marly y los suyos a vos, ¿es así?
- Sí, y los niños también se entienden, comparten;
ya venían compartiendo hace dos años, así que se conocen bastante. Eso ayuda, porque los dos tenemos hijos y que se puedan entender es muy lindo.
Ahora de seguro tendrán hijos juntos.
- ¡Seguro que sí!
¿Te das cuenta del cariño que reciben ambos de parte de sus seguidores?
-Sí, es una situación bastante especial, la verdad. Soy una persona pública, pero en la arena política, totalmente fuera del ámbito donde lo es Marly. Para mí es algo nuevo, pero bueno, uno elige con quién estar, con quién casarse, con quién pasar el resto de sus días, y lo otro es algo circunstancial.
¿Qué te conquistó de ella?
- Y... una mezcla de muchas cosas. Es buena madre, buena persona, muy sincera, por sobre todas las cosas, creo que eso ayudó muchísimo. Que hayamos sido amigos fue fundamental, porque nos conocemos, no hay nada que esconder ni nada que en el futuro pueda descomponer la relación.
¿Qué dicen tus amigos políticos al saber que te vas a casar con una modelo?
- Me suelen cargar, me suelen joder, pero hasta ahí. Cuando se hizo público que éramos novios, ya empezaron a hincharme. Ahora que saben que vamos a casarnos, ya no tanto, lo toman como algo más serio.
Te ayuda que Marly esté a tu lado en las recorridas políticas.
- Es fundamental, porque nuestros tiempos no son los mismos de alguien que se levanta, va a la oficina, a la casa a almorzar, y a las 18.00 termina sus actividades. Algunas veces pasamos semanas enteras fuera de la casa, y el acompañamiento de una mujer es fundamental, el soporte sicológico que te da es demasiado importante. Cuando tu pareja te acompaña y le gusta lo que hacés, ayuda muchísimo.
Al lado de un gran hombre, hay una gran mujer.
- Así mismo. En esta actividad humana muy compleja, donde las traiciones y las conspiraciones están ahí, a la vuelta de la esquina, tener alguien que te acompañe, que te de ánimos, te fortalezca, ayuda muchísimo.
Ahora, a esperar el gran día de la boda.
- Sí, estamos muy entusiasmados y felices, preparándonos para el 25 de febrero.