¡A LEVANTAR LAS DEFENSAS!
El sistema inmunológico tiene la importante función de distinguir cuáles son las partículas perjudiciales para nuestra salud, como por ejemplo, los virus generadores de enfermedades respiratorias, células patógenas y cancerosas, entre otros males. En ocasiones, este sistema no logra protegernos de las células malignas. Esto es conocido como inmunodeficiencia, una carencia que nos deja vulnerables a contraer enfermedades y permite la entrada de distintos virus en nuestro cuerpo, que no cuenta con las defensas suficientes para combatir las alteraciones en nuestro organismo. Con la llegada del otoño es de vital importancia mantener nuestro sistema inmune lo más fortalecido posible, para evitar varias afecciones, en especial resfríos y gripe.
LA CLAVE
Una alimentación rica en vitaminas es un factor fundamental para fortificar nuestro sistema inmunológico. Para más detalles sobre cómo proteger nuestro organismo, en especial en esta estación que destaca por los cambios abruptos de temperatura, consul- tamos con la nutricionista Martha Quesada y aquí les dejamos sus recomendaciones.
¿Cuáles son los síntomas de un sistema inmunológico afectado?
- Los síntomas más notables son: fatiga constante, falta de apetito, infecciones y gripes constantes, migrañas frecuentes, diarreas y lentitud en la cicatrización de las heridas.
¿Qué podemos hacer para reforzar nuestro sistema inmune?
- En primer lugar, debemos llevar una alimentación equilibrada y realizar actividad física por lo menos 20 minutos por día. Además, debemos dejar de lado las preocupaciones; o sea, evitar el estrés, ya que esto también influye en el deterioro de nuestra salud.
¿Qué alimentos no deben faltar en nuestra dieta?
Son alimentos muy fáciles de conseguir y si no estamos acostumbrados a consumirlos, podemos incorporarlos de a poco a nuestra dieta diaria, como por ejemplo:
Los cítricos, como naranjas, pomelos y limones, que contienen vitamina C para prevenir resfríos y gripes. Además, son buenísimos antioxidantes.
La miel, que es bactericida y antiséptica, lo cual ayuda a destruir los gérmenes que infectan el organismo.
El ajo. Este es un antibiótico natural, porque aumenta nuestras defensas para enfrentar a bacterias y virus. Es necesario que lo consumamos a diario en nuestras comidas.
Alimentos rojos, como tomates, frutillas, remolachas, cerezas y pimientos. Por último, raíces como nabos, rábanos, remolachas y zanahorias.
Además de la vitamina C, ¿qué otras vitaminas debemos consumir?
- Todas las vitaminas son de mucha importancia para nuestro organismo, pero por citar solo algunas, recomiendo consumir: vitamina A, que encontramos en el hígado, en los huevos y en todos los lácteos; vitamina E, un poderoso antioxidante que podemos hallar en la soja, el aceite de oliva y los frutos secos. No podemos olvidar el hierro, presente incluso en nuestra sangre, que puede ser consumido mediante la ingesta de pescado o carnes rojas, y por último el zinc, cuya ventaja es que puede encontrarse en casi todos los alimentos que consumimos día a día.
También mencionó actividades físicas, ¿cuáles serían?
- Hay un montón de opciones. Para reforzar la parte pulmonar y disminuir las afecciones respiratorias, podemos realizar ejercicios aeróbicos como caminatas de 20 minutos, andar en bicicleta, practicar natación, sesiones de baile o lo que se desee. Lo importante es ejercitarse de a poco, sin ser algo que nos canse mucho, porque con la fatiga podrían bajar las defensas.
¿Otras recomendaciones?
- No descuidar la higiene personal, más que nada en las manos, los pies y los orificios del cuerpo. Pero no hay que exagerar con los productos de aseo, ya que pueden alterar la flora bacteriana natural del organismo, dejándonos sin protección. Además, debemos evitar los alimentos que no estén en óptimas condiciones o no sepamos de dónde provienen. Por último, eludir la polución del aire y el agua contaminada, y tratar de alejarse de los lugares que estén sobrecargados de humo o con poca ventilación. También es recomendable no fumar.