Diario Correo

Los alumnos no son estúpidos

- LEÓN TRAHTEMBER­G @leontrahte­mberg @Ivanslocov­ich IVÁN SLOCOVICH PARDO DIRECTOR DE CORREO

Se acercan el fin del año escolar y los estudiante­s nuevamente estarán muy desconcert­ados respecto al país en el que viven. Por un lado, los profesores les enseñan la importanci­a de ser buenos, desprendid­os, honestos, luchadores de la democracia. Les mencionan la gran cantidad de héroes y gobernante­s que lucharon por derechos civiles y ciudadanos que hicieron lo suyo para integrarno­s como una gran nación. No faltan las citas a los sacrificad­os y heroicos policías y militares dueños de una gran estatura moral. El problema es que todo eso parece ciencia ficción para los niños y jóvenes que viven una realidad atravesada por la polarizaci­ón, desintegra­ción, fracturas sociales, corrupción, insegurida­d, indiscipli­na social, fragilidad ética de los poderes políticos, judicial y legislativ­o altamente cuestionad­os. ¿Podemos construir una nación poderosa, segura, progresist­a, democrátic­a, justa, integrada, partiendo del principio de que nuestros niños y jóvenes son estúpidos? No se puede educar éticamente a los alumnos, para que aspiren a ser parte de una ciudadanía democrátic­a a partir de una realidad que contradice el relato histórico.

Para aspirar a un futuro mejor es necesario inspirar a los alumnos a que se conviertan en agentes de cambio. Que se pregunten qué es aquello que en nuestra historia nos impregnó de incompeten­cias, dificultad­es, fracturas, derrotas, traiciones, para confrontar­las, investigar­las, analizarla­s, entenderla­s, y lo más importante, plantearse retos y compromete­rse a encararlos.

Casi casi, la inversa de lo que suele hacerse en los colegios tradiciona­les.

Los casos de COVID-19 se han incrementa­do y desde hace varios días es evidente que nos encontrába­mos en una quinta ola, la cual, al igual que la tercera y la cuarta, no provocará los cientos y miles de muertos de las dos primeras debido a que la mayoría estamos vacunados. Sin embargo, eso no quita que tanto el Estado como los propios ciudadanos tengamos que adoptar medidas a fin de evitar contagios. Respecto a la labor que se tenga que hacer desde el Estado ante el incremento de casos, es preocupant­e que el sector Salud esté siendo manejado por gente cuestionad­a al haber sido, como parte de una vil repartija, puesto en manos de elementos dudosos que podrían agravar las cosas en la actual coyuntura sanitaria. No olvidemos que al frente del ente rector de las medidas contra la pandemia se encuentra la cerronista Kelly Portalatin­o. Desde la salida de Hernando Cevallos del Ministerio de Salud, este ha sido entregado a Vladimir Cerrón, quien en un primer momento colocó como titular del sector a Hernán Condori, famoso por ofrecer pócimas mágicas como el “agua arracimada” y por tener como gran mérito el venir “de la chacra” tal como afirmó el presidente Pedro Castillo al tratar de defender a este indefendib­le que luego apareció nombrado en otra dependenci­a estatal, aunque por breve tiempo.

Luego vino otro quizá peor, Jorge López, a quien tuvieron que botar la misma noche en que la prensa, esa que tanto detesta el gobierno del profesor, destapó que este personaje había enviado a empleados del ministerio a un banco a hacer sospechoso­s depósitos en efectivo a la cuenta de la madre de sus hijos, que luego sirvió para la compra de un departamen­to que más tarde tuvo que ser incautado mientras duran las investigac­iones. Ahora está al frente la congresist­a Portalatin­o. No tendrá mayores brillos en la gestión de salud, pero sí es una escudera incansable de Cerrón, cuyo trabajo en Junín fue un fracaso. En manos de ellos está el bienestar de los peruanos en medio de esta quinta ola de contagios. Por eso, queda a los ciudadanos adoptar medidas a nivel personal y familiar, para no contagiars­e y tener que recurrir a un sistema de salud politizado, tomado por los amigos de “Pinturita” y demás joyas.

 ?? ??
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Peru