Pedro Castillo: ¿Quieres estar conmigo?
“La alianza con Cerrón no va más. Quizá se le mantenga su cuota en el Minsa y algunas direcciones y puestos que tiene por aquí y por allá, pero no hay ninguna voluntad de caminar con él a ninguna parte. Queremos pensar en el país y no en agendas particulares, vamos a contratar a buenos técnicos. Por eso, el presidente hablará con otras bancadas para una alianza de centro, sin pensar en cuotas y establecer una nueva relación con la próxima mesa directiva”.
Este es, ‘grosso modo’, el mensaje que el gobierno está lanzando a diestra y siniestra, a través de fuentes diversas. En realidad, es el mismo ‘wishful thinking’ concertador que ha aparecido con recurrencia desde el año pasado: no más Cerrón, no más cuotas, ancha base, fichar técnicos, pensar país. De allí a los hechos, hay mucho trecho. De todo lo prometido, lo más certeroesquelaformaciónde lasbancadasBloqueMagisterial de Concertación Nacional y Perú Bicentenario ha sidoalentadaporelcastillismo. Perú Libre ha descendido de 37 a 16 curules. Sin embargo, 16 votos no se pueden ignorar. Reclaman cuota y derecho a veto.
Otro hecho ineludible es que los posibles aliados son más esquivos que antes. Los cargos de corrupción investigados por la Fiscalía de la Nación asustan a cualquier figura de consenso que pudiera reemplazar a Aníbal Torres. Y asustan a los partidos y bancadas del centro. Veamos cómo anda la relación con cada una.
–El dueño de la mesa–
Alianza para el Progreso (APP) despierta el vivo interés del castillismo. Son 14 votos bisagra entre la oposición dura y el acompañamiento crítico, porque el líder César Acuña es paisano tacabambino de Castillo y si otras bancadas respetan un pacto de palabra hecho en el 2021, presidirá la próxima Mesa Directiva. Hablé con Luis Valdez, secretario general del partido. “Aunque hay facciones y yo soy de los que piensan que debe haber una total distancia respecto del gobierno, puedo asegurar que esa es la posición que predomina en el CEN”. Añadió que no sabe de ningún acercamiento reciente del gobierno hacia ellos, no ha visto ninguna señal para llegar a un entendimiento y no ha sido informado por César Acuña de que haya recibido alguna llamada o mensaje por WhatsApp de Castillo. Este declaró brevemente a “Expreso” que está muy lejos de favorecer ahora a Castillo.
A los apepistas más les preocupa asegurar la presidencia de la Mesa Directiva y aunque no quieren de ningún modo a un oficialista en alguna vicepresidencia, sí estarán atentos al voto de aquellos en caso de que no haya una candidatura gobiernista. Con estas cuitas sucesorias en la oposición, a las que se suma la posibilidad de que Gladys Echaíz rompa bancada y pacto para ser candidata ajena, APP y Acuña no están para tentaciones palaciegas.
–No Somos Salas–
Llamé a una fuente de l a cúpula de Somos Perú y le pregunté si había un acercamiento renovado hacia el gobierno. Me dijo que están cansados de cargar, por algunas votaciones mal decididas, con el sambenito de ser oficialistas. Sin embargo, la negación de acuerdos es relativa. Fuentes de gobierno dicen que Castillo tiene contacto directo con Patricia Li, la presidenta del partido, y más de una vez la ha presionado para que induzca actitudes y votaciones condescendientes. Pero es cierto que hay más distancia y desconfianza que antes. Las bases quieren recuperar su identidad opositora y han reclamado que se expulse a Alejandro Salas, el ministro de Cultura, que pidió licencia al partido pero lo compromete a diario con su defensa ciega a todo lo que haga Castillo. El CEN (comité ejecutivo nacional) del partido ya habría acogido el pedido de las bases y la expulsión de Salas sería pronto anunciada.
–Tampoco Podemos–
Hablé con Enrique Wong, secretario general de Podemos Perú y portavoz de la bancada hasta el 16 de marzo, cuando renunció Anderson y esta quedó en mero grupo con una esperanza de rehabilitación: sumar al congresista Luis Picón, ex-APP, y contar cinco, el número mínimo para ser bancada. Luego de nuestra conversación, sorpresivamente se anunció el fichaje de Óscar Zea, el exministro de Agricultura que se presumía que ingresaría a la bancada magisterial (fue cuota de ellos en el Gabinete), pero ante la mala cara que le pusieron tras su deshonroso paso por el Midagri, prefirió fichar con Podemos.
Cuando l e pregunté a Wong si estaban dispuestos a tender la mano a Castillo, me dijo: “El primer año hubo buena voluntad de colaborar con un gobierno sin experiencia”. ¿Ya no hay buena voluntad?. “Ya no se le puede creer. Yo soy vicepresidente de la Comisión de Fiscalización y allí hemos oído el testimonio de Karelim López y estamos viendo que todo lo que dijo se confirma”.
A Enrique Wong no l e consta si Castillo se ha comunicado directamente con papá José Luna Gálvez e hijo José Luna Morales, la dinastía que manda en el partido, pero a él –que es secretario– no le han llegado mensajes ni señales de entendimiento y apertura. ¿Qué señal podría convencerlos?, insisto. “Que llamen, aunque suene imposible, a un primer ministro que pueda dar confianza a otros sectores y a los empresarios, como Pedro Cateriano, por ejemplo”. Con Podemos tampoco se podría.
Tras esta indagación por el centro, la conclusión preliminar es dura: si Castillo les extiende la mano, esta quedará tendida a menos que consiga el milagro de un Gabinete concertado y de alto vuelo técnico. Pero en julio no hay milagros.
“Ya no se le puede creer [a Castillo]. Hemos oído el testimonio de Karelim López y estamos viendo que todo lo que dijo se confirma”.
Enrique Wong Congresista y secretario general de Podemos