Más de 3 millones de peruanos están en riesgo por el intenso frío
Vulnerables ● Los pobladores de las zonas altoandinas y de la Amazonía están en peligro muy alto y alto ante las bajas temperaturas ● La vacunación contra la neumonía no llega al 30%.
Dos semanas antes de que se iniciara oficialmente el invierno, 64 niños menores de 5 años ya habían muerto por neumonía en el país, los casos de infecciones respiratorias agudas sumaban 742.932 (el doble de lo reportado en ese período del año pasado) y los de asma alcanzaban los 29.968, tres veces más que en el 2021. Tres enfermedades relacionadas con las bajas temperaturas que, antes de que se recrudezca frío, ponen en evidencia la vulnerabilidad de un país que este año afrontará temperaturas por debajo de lo normal.
La proyección del Senamhi es que en la costa centro, costa sur y sierra sur occidental hay alta probabilidad de temperaturas inferiores a los valores usuales. Solo en las zonas altas de Tacna, Moquegua, Arequipa y parte de Puno se prevén temperaturas mínimas de hasta -20°C durante la noche. Mientras que en Lima Metropolitana, donde se podrían presentar valores por debajo de los 10°C, hay zonas como Ticlio Chico en las alturas de Villa María del Triunfo donde la temperatura podría caer a los 6°C, con una sensación térmica de hasta 2°C.
Todo esto sin contar con las heladas y friajes, fenómenos de caída brusca de temperatura en zonas altoandinas y de la selva que cada año se repiten, principalmente, entre mayo y setiembre. Solo por estos dos fenómenos se estima que hay 3,6 millones de personas que viven en centros poblados ubicados en zonas con una susceptibilidad alta o muy alta.
El problema, para Eugenia Fernán-Zegarra, adjunta para la Administración Estatal de la Defensoría del Pueblo, es que la preparación desde el Gobierno no es suficiente. En mayo pasado, la PCM aprobó el Plan Multisectorial ante Heladas y Friaje 2022-2024 (PMHF), que prioriza la intervención conjunta de varios ministerios en diez regiones del país con un presupuesto de 524 millones de soles. “Es bastante tardío que se haya aprobado en mayo cuando la disminución de temperatura se inicia en abril. Esto muestra la ineficacia del Estado, todos los años se destina presupuesto, pero se necesitan planes de contingencia listos desde mucho antes. Los bienes contratados se realizan de forma tardía”, dijo a este Diario. Por ello propone la declaratoria de emergencia nacional que permita una adopción de medidas de excepción y urgentes, como la adquisición de ayuda humanitaria, para zonas vulnerables y regiones no consideradas en el PMHF.
—Pos-COVID-19—
Aunque ni las heladas ni el friaje son fenómenos desconocidos, Fernán-Zegarra sostiene que este año hay un impacto mayor por las consecuencias de la pandemia. “El nivel de pobreza se ha incrementado por la inflación y hay una crisis alimentaria. Esto sumado al cambio climático nos hace más vulnerables”, añade.
Las consecuencias también se evidencian en la reducción de la vacunación. Jorge Luis Escobar Chuquiray, director general de Gestión del Riesgo de Desastres y Defensa Nacional en Salud del Minsa, explica que la inoculación contra el neumococo y la influenza están apenas en 26,5% y 19,6% de cobertura, respectivamente.
El Minsa ha destinado S/1'220.370 para el plan, explica Escobar, y tienen la meta de vacunar a más de 286 mil menores de 5 años y 422 mil adultos mayores contra el neumococo y la influenza, para lo cual se ha desplegado a unos 2.000 profesionales de salud, aunque, reconoce, no es suficiente. “Estamos movilizando brigadas a todo el país para llegar a un nivel de por lo menos más del 50% de vacunados. Hay que recordar que somos solo 32 mil médicos en todo el país, obviamente hay una brecha”, dice.
Una de l as estrategias para enfrentar el frío de forma directa son las viviendas acondicionadas térmicamente o Sumaq Wasi, diseñadas para captar el calor del sol y conservarlo en su interior. De acuerdo con la viceministra de Vivienda, Cecilia Lecaros, el PMHF considera unas 43.000 viviendas nuevas en zonas de heladas y 11.000 en zonas de friaje como primera prioridad hasta el 2024. De estas, se han construido 14.025 entre agosto del año pasado y el 22 de junio. En Puno, una de las regiones donde la caída de temperatura es más drástica, van 5.748 de las 29 mil que se contemplan, es decir, el 19,5%.
La dificultad es que durante los meses más crudos del invierno no se puede construir porque el frío afecta los materiales como cemento y fierro. “Son cinco meses del año efectivos para construcción”, explica.
Hoy se cumplen cinco días del invierno y ya hay una alerta de descenso de temperatura nocturna hasta los -18°C en zonas de la sierra sur. Aún no hay un nuevo aviso de friaje, pero ya van nueve en el año. Solo el año pasado hubo 22 eventos de este tipo hasta noviembre.