La música como refugio
“Bailemos en la sala” El cantautor peruano Adrián Bello lanzó su nuevo disco, en el que explora varios géneros latinoamericanos. Hoy dará un concierto.
Adrián Bello lanza su segundo disco con una premisa bajo la manga: la versatilidad es poderosa. Lejos de asociarse con un género musical, el artista prefiere evadir las etiquetas y centrarse en lo importante: el alma de las canciones. Para él, crear música se trata de abrir nuestro mundo interior y compartirlo con el resto. De ahí que su último disco “Bailemos en la sala”, lanzado esta semana, sea el resultado de una exploración personal bajo el sonido de distintos géneros latinoamericanos como la balada, el folk o la samba.
“Mi primer disco, ‘Apprentice’, era soul en inglés y aunque tuvo una gran aceptación, tenía muchas ganas de hacer algo diferente en este segundo proyecto”, comenta. “No quiero encasillarme, quiero que mi música destaque por ser honesta e íntima, más allá del género musical”, agrega.
“Apprentice” (2018) fue su salto a las tarimas. Para ese entonces, había terminado la carrera de márketing en la Universidad Peruana de Ciencias Aplica das y se encontraba estudiando una maestría de fotografía en el Centro de la Imagen. La música volvió a aparecer en su vida casi de golpe .“Mi primer acercamiento a la música fue en el colegio, pero como no tenía referentes artísticos cerca, jamás la consideré una carrera. Pero cuando estaba estudiando fotografía, en el 2015, me vino una suerte de ‘shock’ creativo y decidí apostar por la música. Tres años después lancé mi primer disco”, precisa.
Desde entonces, el cantautor sigue creciendo en la industria local. Su single “Volver atrás”, que fue parte de la banda sonora de “Hasta que nos volvamos a encontrar” –película dirigida por Bruno Ascenzo y protagoni
Hoy sábado 25, a partir de las 8 p.m., Adrián Bello dará un concierto en el Teatro NOS (Av. Camino Real 1037, San Isidro). Entradas en Joinnus.
zada por Stephanie Cayo y Maxi Iglesias–, logró posicionarse en el top 50 de canciones más virales en España, Panamá y otros países.
Producido por David Chang, en este segundo disco el cantante toca temas íntimos como el amor y las relaciones, pero también otros más duros. “La música es mi refugio. Siempre lo ha sido. La idea es que este disco también lo sea para otras personas, que se identifiquen con las canciones. Que las canten, las compartan, las bailen en sus salas”.