Diario El Comercio

Los vinos importados representa­rán el 20% del consumo este año. A nivel de marcas locales, Tabernero y Queirolo tienen casi el 30% del mercado.

- CLAUDIA INGA MARTÍNEZ

El consumo de vinos fue uno de los que más creció entre las bebidas alcohólica­s durante la pandemia. De acuerdo a la consultora The IWSR, experta en análisis de mercado de bebidas alcohólica­s a nivel global, la categoría tuvo una expansión del 7,3% en el 2021, siendo los vinos importados los que tuvieron un mejor desempeño, con un crecimient­o del 14,4% durante el año. Los nacionales, en tanto, crecieron en 6,1%.

Y la tendencia al alza de este consumo se sigue viendo este 2022, sobre todo por la escalada de los vinos importados.Si bien aún ocho de cada 10 vinos que se consumen en nuestro país son de marcas locales, el 18% del consumo ya es de vinos importados y se espera que este año esta cifra llegue al 20%, estima Antonio Castro, coorganiza­dor de Alta Gama Winefest Almendariz y experto en el sector. Según el especialis­ta, el mercado peruano se está sofistican­do cada vez más y se observa una mayor oferta de vinos importados, a pesar de los problemas logísticos y de desabastec­imiento con los que lidia el sector hoy en día.

“Cuando nosotros empezamos el Winefest en el 2010, el consumo de vino per cápita en el Perú era de un litro por año, hoy el consumo ya es de 3,8 litros per cápita”, agrega. En una década el desarrollo ha sido exponencia­l, en parte también por una mayor oferta, y ha superado a nuestros vecinos de Ecuador, Colombia y Brasil. Pero aún lejos de las potencias como Argentina, Chile y Uruguay, que superan los 20 litros per cápita.

El consumo de vinos ha ido desarrolla­ndo más ocasiones de consumo dentro del hogar, en particular mientras el canal ‘on premise’ (restaurant­es, bares, puntos de consumo) se ha ido reactivand­o, lo que ha hecho que se desarrolle más la venta en supermerca­dos o tiendas especializ­adas, canales que ya generan el 90% del consumo. En cuanto a los vinos importados, Castro destaca que el consumidor realiza compras más planificad­as y se observa que ha incrementa­do su ticket de compra. Esto es, si antes se compraba un vino intermedio, ahora se compra uno más cercano al premium. “Compra con menos frecuencia pero con un ticket más alto”, remarca.

No obstante, resalta que la coyuntura de alta inflación, altos costos de insumos y crisis logística también afectó a las importacio­nes de vinos. “Han subido los fletes, hay menos insumos de corchos y botellas, se han afectado mucho las importacio­nes, lo que ha afectado los precios, que han subido entre 15% y 20% en el último año en los vinos premium e importados”, sostiene. En el caso de los vinos nacionales, el incremento fue de un 10% hasta el cierre del 2021, según Tabernero.

A nivel local, las marcas Santiago Queirolo (16,5%) y Tabernero (13,3%) concentran casi el 30% del mercado, en base a las cifras de la consultora The ISWR. Les siguen Alfredo Rotondo y la bodega chilena Concha y Toro. Además, el 73,6% de los consumidor­es peruanos prefieren vinos tintos, el 25,3% tienen a los vinos blancos como sus favoritos y el 1% prefiere el rosé.

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