LEVÁNTATE, NEYMAR
● Neymar, el `10' brasileño líder de su selección, quedó descartado para los siguientes partidos con Suiza y Camerún ● Su rebeldía –dice su técnico– lo devolverá pronto al campo.
Algunos hombres, sobre todo los que resumen a sus países, arriesgan su salud en beneficio de una causa. En las guerras que se definen con balas se les llama patriotas. En las otras, sin pelotones pero con pelota, se les ha visto con el 10 en la camiseta. En Chile 62 fue el Rey Pelé: un problema muscular lo sacó del campo ante Checoslovaquia y pasó a engrosar la lista de 50 lesionados en el que es llamado el Mundial más violento de la historia. Él, que tenía los movimientos de una gacela, no pudo escapar de la cacería. En Italia 90, el fetichismo de los argentinos con Maradona se trasladó de su rostro de eterno furioso a sus pies de oro. Allí, “El Gráfico” publicó una foto en primera plana del deformado tobillo de Diego, inflamado como una pelota de golf. En ese mismo torneo, los dos jugaron la final del mundo. “Haré lo posible para ayudar a mi país, a mis compañeros y a mí mismo”, dijo. Le creemos.
—El nuevo ‘10’—
Hace unas horas, Neymar Jr. dejó en shock a sus compañeros, a su técnico Tite y a los 185 millones de seguidores que lo siguen en Instagram: Neymar dejó el partido entre Brasil y Serbia por lesión. Según el parte médico, sufrió un esguince. La foto de su tobillo derecho confirmó dos cosas: una preocupante hinchazón no natural y, como si se hicieran en un microondas, lo mal que tratamos a los ‘10’.
Aunque hay coincidencia sobre lo que parece ser una jugada fortuita la del serbio Milenkovic sobre Neymar –claro, si crees que un auto a 180 km/h tiene cero posibilidades de chocar–, la lección del tema que ocupa las cabeceras digitales del mundo desde ayer es esta nueva versión del ‘10’ brasileño, revelada por su técnico: “Jugó lesionado. Lo ha hecho para ayudar a su equipo. Es muy admirable”, dijo Tite, quien contó que al menos había jugado sentido 11 minutos.
Se trata, pues, de un liderazgo que no le conocíamos. Una rebeldía que trasciende en los vestuarios. Una noticia que debe alertar a sus rivales: si creen que Neymar, el brasileño que carga con el número más pesado de la historia del fútbol mundial, no juega más en Qatar 2022, entonces se han equivocado de deporte. Neymar no juega al fútbol contra once, sino contra sí mismo. Ahí está su verdadero valor.