La hija más tétrica de la familia
“Merlina”
★★★ ★★
Género: comedia, terror. País y año: EE.UU., 2022. Creadores: Alfred Gough, Miles Millar. Reparto: Jenna Ortega, Catherine Zeta-jones, Luis
Guzmán. Dónde verla: en Netflix.
Dos chasquidos son suficientes para abrir una puerta. El juego de dedos musical que se volvió la firma característica de la serie “Los locos Addams” de 1964, y luego de la película de 1991, se utiliza también como guiño en este ‘spin-off’ dedicado a Merlina, la hija de la extraña pero encantadora familia Addams. Porque a pesar de que aquí también aparecen sus padres Homero y Morticia (encarnados por Luis Guzmán y Catherine ZetaJones), su hermano Pericles o el mayordomo Largo, estos son apenas figuras invitadas en determinados capítulos.
El eje de “Merlina” es la adolescente interpretada por Jenna Ortega, quien se interna en la academia Never More, una institución para ‘freaks’ como ella: licántropos, sirenas, psíquicos, gorgonas y más. Pero incluso dentro de ese conjunto de fenómenos, la protagonista aparece como la más excluida del grupo, debido a su conducta antisocial, su humor negrísimo y un regusto por la muerte que perturba a quien se la cruce. En ese sentido, aunque se trata de una serie juvenil, “Merlina” tiene momentos bastantes retorcidos y fúnebres.
Comparar a “Merlina” con “Los locos Addams” quizá sea poco justo porque no pretende imitarla. La producción de Netflix más bien se vale de su premisa, toma algunas referencias, pero parece más un cruce entre “Stranger Things” (con su terror, suspenso y misterio) y “Harry Potter” (por sus dinámicas entre adolescentes de distintos rasgos dentro de una escuela). Eso la hace ligera (a veces demasiado), aunque a su favor tiene ese coqueteo con lo retorcido y lo macabro.
¿Qué más se puede destacar de “Merlina”? La actuación de Ortega, por supuesto, fascinante por su rostro inexpresivo y punzantes frases; el protagonismo de Dedos, la recordada mano con vida propia, que en esta serie se vuelve literal mano derecha de la protagonista; la divertida inclusión del tío Lucas encarnado por Fred Armisen; y particularmente alentadora es la intervención de Tim Burton como director de los cuatro primeros episodios, que nos permiten sentir que no ha perdido la gótica frescura que parecía ausente en sus proyectos más recientes.