Un escándalo muy británico
Con un doblete de Rashford, un tanto de Foden ● y un pase de Kane, Inglaterra doblegó a Gales por 3-0 y obtuvo, con sencillez, su boleto a la siguiente ronda de Qatar 2022.
Países de un mismo reino, uno que procura preservar costumbres y linajes de tiempos remotos. Países vecinos, con coincidencias y rigideces, salvo en el fútbol donde existe un abismo entre ambos. El único que podía acortar tamaña distancia era el moñudo Gareth Bale, pero confirmó lo que en Madrid saben de sobra: juega cuando quiere, dependiendo con qué pie se levantó.
Gales, que ya había perdido ante Irán, opuso mínima paridad a los dirigidos por Southgate. Se limitaron a esconderse en su cueva y a renunciar al gol de una manera grosera. Creían, seguramente, que el gol llegaría por mandato real.
Inglaterra, por su parte, había dado un paso en falso al igualar a cero con Estados Unidos luego de una victoria apabullante por 6-2 sobre los iraníes. La lógica dictaba que este duelo sería un trámite, y así fue.
Pero hubo que esperar a la segunda mitad. Los ingleses le añadieron una cuota de suspenso innecesaria, quizá pecando de misericordiosos, quizá pecando de negligentes. Lo cierto es que era bastante claro que sería cuestión de tiempo para despedirlos con una buena paliza de Qatar 2022, un torneo al que llegaron para fantasmear.
A Inglaterra le alcanzó con estirar las piernas en 18 minutos para exponer la fragilidad galesa, en un duelo inédito en Copas del Mundo.
A los 50’, Rashford, esa gacela que por momentos guarda similitudes con el mejor Dembélé, ejecutó un tiro libre magistral, inatajable para cualquier mortal que osara colocarse los guantes.
Un minuto después, Harry Kane ratificó su aura de goleador amable y desprendido, y sirvió un pase fenomenal para Foden, que corrió con sus piernas de minotauro para conectar el balón con un zurdazo.
A los 68’, Rashford apareció en escena otra vez. Ya no desde la pelota parada, sino picando al vacío, maniatando a su defensor con sus amagues, y luego rematando con la fuerza suficiente para sellar el 3-0.
Este triunfo también le pertenece a Jamie Carragher, leyenda del Liverpool de Michael Owen y Gerrard.
Reconvertido a panelista de televisión, como la mayoría de sus colegas, Carragher se dirigió con respeto al técnico Southgate y le mandó un mensaje: “¿Dónde diablos está Foden?”.
Para el exdefensor era inexplicable que la estrella del Manchester City, el jovenzuelo mimado de Pep Guardiola, no tuviera espacio en la selección inglesa.
Southgate no lo invitó a tomar un té para conversarlo ni tampoco le respondió públicamente, pero atendió su pedido: Foden fue titular e influyó directamente en el resultado. Como Rashford, que tampoco había iniciado las acciones en los dos primeros partidos, y es el goleador del equipo con tres tantos.
Diera la impresión de que Inglaterra ya encontró a sus titulares. Para su fortuna, tuvo un grupo nada complicado para que su ensayo-error no tuviera consecuencias. Ahora toca Senegal, la embrujada, que sin Mané sigue indestructible. Como en Rusia, parecen ir de menos a más.