Juez supremo Javier Arévalo será el próximo presidente del Poder Judicial
El magistrado especializado en derecho laboral tiene una carrera de 26 años en la judicatura. Fue elegido para el período 2023-2024.
“Un Poder Judicial que goce de total autonomía frente a los poderes del Estado y poderes fácticos”. Eso fue lo que ofreció el juez supremo Javier Arévalo Vela, quien ayer fue elegido para ocupar el cargo de presidente del Poder Judicial (PJ) en el período 2023-2024.
Con 26 años de carrera en el PJ –11 de ellos como juez supremo titular–, el magistrado sucederá a la jueza suprema Elvia Barrios, quien concluirá su gestión a fines de este mes. Venció por nueve votos, y en segunda vuelta, al juez supremo Héctor Lama, quien obtuvo seis.
Algunos jueces que han tratado con Arévalo lo describen como un hombre reservado y férreo para defender su labor judicial.
Ello fue ref lejado en su presentación ante la Sala Plena del PJ cuando expuso su plan de trabajo. Allí, hizo una crítica a los jueces “que a veces se sienten presionados por los poderes fácticos”.
Como poderes fácticos mencionó a aquellas corrientes de opinión que tratan de influir en las decisiones judiciales y recordó que Jesucristo fue crucificado por las masas. “Las voces de las mayorías no siempre son la voz de la justicia”, expresó.
Nació en el distrito de Bellavista (Callao) hace 61 años y en 1988 obtuvo su título de abogado en Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM).
Empezó como juez superior titular de la Corte Superior de Justicia de Lima en enero de 1996, donde hizo gran parte de su carrera vinculado a la justicia civil, específicamente en el ámbito laboral. Ello, hasta dar el salto a la Corte Suprema como juez supremo titular, en octubre del 2011.
Actualmente, se desempeña como presidente de la Segunda Sala de Derecho Constitucional y Social Transitoria Suprema.
Ha seguido estudios de especialización en derecho del trabajo en la Escuela Judicial del Reino de España y es profesor en la Maestría de Derecho Procesal de la UNMSM.
—Temas polémicos—
El número telefónico de Arévalo apareció tras hacer una revisión del registro de comunicaciones de personajes investigados por el caso de Los Cuellos Blancos del Puerto. Aunque el juez supremo no se encuentra investigado por ese tema, expertos indican que sería idóneo aclarar ello en aras de la transparencia.
Durante su presentación ante sus pares de la sala plena, Arévalo defendió la ética que deben cumplir y mostrar tanto los jueces como los trabajadores jurisdiccionales.
También se comprometió a regir con base en una política de cero tolerancia a la violencia de género.
“Me comprometo en apoyar la lucha contra la violencia de género porque la violencia de género no puede ser aceptada”, dijo en su presentación ante los jueces.
En esa misma sesión fue consultado sobre si ese compromiso comprende también a las personas del colectivo LGTBIQ+.
“Tenemos un equipo al respecto y todos los peruanos, incluyendo el grupo que usted dice, van a ser considerados y protegidos. Hay gente especialista que estamos trayendo, ese tema está contemplado”, respondió.
La pregunta cobra relevancia debido a que en el 2021 fue cuestionado y denunciado por organizaciones como Demus-Estudio para la Defensa de los Derechos de la Mujer y Lesbianas Independientes Feministas Socialistas (LIFS) por haber emitido un voto singular donde afirmó que quienes “tienen una orientación sexual hacia otras de su mismo sexo” responderían a motivos “psicológicos” y “sociales”.
Sobre Arévalo, además, está pendiente de resolverse en la Junta Nacional de Justicia ( JNJ) una propuesta para que sea destituido del cargo de juez supremo y retirado del sistema judicial, por un proceso disciplinario debido a la contratación de su hermano en el Jurado Nacional de Elecciones (JNE), pese a que la ley lo prohibía.
Ante la JNJ, el juez dijo que su hermano –al ser una persona mayor– no tenía que consultarle sobre el ejercicio de su legítimo derecho al trabajo.
La decisión de la JNJ, que llegará antes o después de que asuma el cargo en enero del próximo año, podría dejar a quien será la cabeza del Poder Judicial suspendido, amonestado o destituido. O quizá, absuelto.
“Voy a cumplir el deber que recae sobre mi persona [...] Continuaremos la línea de lo que se ha venido trabajando, pero indudablemente perfeccionaremos otros temas”.
Javier Arévalo
Juez supremo