LA REVOLUCIÓN FRANCESA
● Stéphanie Frappart fue la colegiada principal del encuentro entre Alemania y Costa Rica ● La jueza francesa se convirtió en la primera mujer en dirigir un partido en la Copa del Mundo.
Lo que se vivió ayer por la noche catarí bajo el cielo del estadio Al Bayt fue un deseo cumplido para todas las mujeres que sueñan un día hacer la diferencia en el fútbol. Stéphanie Frappart lo hizo por todas nosotras y se convirtió en la primera árbitra en hacer sonar el silbato en un partido oficial de un mundial masculino. Y cambió la historia para siempre.
La ironía de este hecho es tan grande como tardío. Que suceda en la Copa del Mundo más criticada de la historia y en un país donde los derechos humanos y de las mujeres son cuestionados. Y al mismo tiempo pensar que tuvimos que esperar hasta el 2022 para que una mujer dirigiera un encuentro mundialista parece una locura.
Ayer se hizo justicia y se le dio el reconocimiento a estas valientes mujeres que deciden, por su pasión por el fútbol, ser juezas y árbitras del deporte más popular del mundo: según un estudio de la FIFA publicado en el 2019, en el mundo hay 80.545 árbitras. En Qatar 2022, seis de ellas marcan un hito. Ellas, sí, expuestas a los comentarios machistas y sexistas que inundan las redes sociales que las critican solo por su condición de ser mujeres.
—La historia detrás—
La mexicana Karen Díaz y la brasileña Neuza Back acompañaron a la francesa Stéphanie para completar la primera terna arbitral femenina en la historia de la Copa. El partido no fue una anécdota: la eliminación de Alemania pese a derrotar 4-2 a Costa Rica. Nadie les regaló este momento, se lo ganaron ellas a punto de un trabajo y convicción de que ser mujeres en este deporte valía la pena. Stéphanie Frappart fue la árbitra principal en el Mundial Femenino y ya había sido reconocida en el 2019 y 2020 como la mejor árbitra del mundo por la Federación Internacional de Historia y Estadística del Fútbol, así que su presencia en Qatar 2022 no fue casualidad.
Este Mundial de Qatar 2022 ya es catalogado como raro y utópico, pero será recordado como ese en el que tres mujeres salieron al campo de juego a impartir justicia ante estrellas (millonarias) del fútbol. Esta vez ellos no fueron los protagonistas y aunque a algunos no les interese, esto si marcará un antes y un después. Frappart, Díaz y Back son nombres que entrarán en la historia de las Copas del Mundo, le abren el camino a muchas otras y esperemos que vengan muchas más porque el fútbol nos pertenece a todos y todas.