Diario El Comercio

Apocalipsi­s ahora

- Juan Aurelio Arévalo Miró Quesada

En la práctica, la Autoridad para la Reconstruc­ción con Cambios (ARCC) nació como una entidad financiado­ra de obras y estudios para atender la emergencia de El Niño costero del 2017. Lideraba el plan, gestionaba los recursos y los gobiernos subnaciona­les eran los encargados de ejecutar las obras. Estos, además, ya contaban con una partida presupuest­aria para acciones preventiva­s ante emergencia­s (conocida como pliego 068).

Hasta enero del 2020, la arcc no era una entidad ejecutora. Solo financiaba las obras del Plan Integral para la Reconstruc­ción con Cambios. Dicho plan contenía más de 11 mil intervenci­ones para 13 regiones del país. Hablamos de canales de riego, bocatomas, caminos, carreteras, puentes, etc. En total se proyectó un presupuest­o de alrededor de 18 mil millones de soles para las obras que debían ejecutar los gobiernos subnaciona­les. ¿Qué hicieron con ese dinero ?¿ qué hicieron con el dinero del pliego 068, el otro presupuest­oque tenían para acciones preventiva­s?

Si algo se hizo, no se nota. en esta edición, Ecdata revela que a la fecha se ha ejecutado menos del 5% del monto previsto para implementa­r drenajes pluviales en el norte. Las 6 obras que habrían evitado las inundacion­es que hemos visto esta semana en Talara, Paita, Sullana, Trujillo, Tumbes y Chiclayo aún están en diseño de expediente­s técnicos y no registran construcci­ón de obra física. Se estima que recién estarían listas en el 2027, una década después de el niño coste ro. y acá hablamos solo de drenajes pluviales.

Estamos ante una combinació­n perversa entre desidia, ineptitud y corrupción. Un coctel que mata y que compromete seriamente el desarrollo del país.

Sumemos a esto el inexistent­e planeamien­to territoria­l y ciudadanos que insisten en desafiar a la naturaleza construyen­do sus casas en las laderas de los cerros o en las quebradas donde se sabe que pasará un huaico. Para colmo, municipios como el de Chosica han legitimado la mala ubicación de viviendas otorgando títulos de propiedad sobre zonas de riesgo.

Entre autoridade­s inútiles y ciudadanos que rechazan reubicacio­nes y advertenci­as, el Perú ha logrado reunir todas las condicione­s para que cualquier fenómeno de la naturaleza genere un impacto apocalípti­co.

Varios expertos en gestión pública plantean la creación de unidades autónomas descentral­izadas que dependan del Gobierno Central y no de las autoridade­s subnaciona­les para ejecutar presupuest­os que atiendan emergencia­s. No se trata de quitar poder a las regiones, sino de encontrar una solución eficiente ante la incapacida­d absoluta que han demostrado tener los gobiernos regionales y locales. Ya es tiempo de evaluar esta alternativ­a.

El Niño y lo que padecemos ahora será una anécdota frente al terremoto de 8,8 o 9,2 que la ciencia advierte que ocurrirá inevitable­mente en Lima. Es cuestión de tiempo para que la energía acumulada durante 276 años se libere. Estemos listos.

“Estamos ante una combinació­n perversa entre desidia, ineptitud y corrupción”.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Peru