Diario El Comercio

El turno de Senmache

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“Si para Senmache la fuga de uno de los hasta hace poco colaborado­res más cercanos del mandatario no era algo tan grave como para poner en entredicho su continuida­d, el Congreso debía hacerle saber lo contrario. Su censura era, pues, el único desenlace posible”. Editorial de El Comercio El único desenlace posible / 1 de julio del 2022

Como Alfaro y ‘El Español’, el exministro del Interior tiene muchas respuestas pendientes.

Ayer, el presidente de la Comisión de Fiscalizac­ión del Congreso, Héctor Ventura (Fuerza Popular), anunció que el exministro del Interior Di mitri Sen mache será citado a declarar ante ese grupo de trabajo por las reuniones que sostuvo con Jorge Hernández Fernández ‘El Español’ mientras integraba el Gabinete. Como se sabe, el personaje en cuestión está investigad­o por su presunta pertenenci­a a una red de espionaje promovida por el expresiden­te Pedro Castillo, y lo que se habría tratado en tales reuniones habría sido la reubicació­n de altos oficiales de la Policía Nacional del Perú (PNP ).

En ese momento, quien coman daba esa institució­n era el general Luis Vera Llerena, que, junto con su sucesor en el cargo, Raúl Alfaro Al varado, es tambiénsus presuntos vínculo s con la organizaci­ón criminal ya menciona da. En esa medida, el hecho de que no se comprendie­se hasta ahora a Senmache en pesquisa alguna era desconcert­ante, por decirlo menos. La posibilida­d de que hubiese tolerado y hasta colaborado con una intromisió­n como esa –y protagoniz­ada por un individuo con el perfil que se le atribuye a Hernández Fernández– es, sin lugar a duda, una circunstan­cia que tendría que haber encendido todas las alarmas hace tiempo. Llama la atención, no obstante, que en el Ministerio Público no parezcan tener hasta ahora las mismas inquietude­s que en la Comisión de Fiscalizac­ión del Parlamento. Es cierto que, en tanto exministro, quien tendría que abrirle la investigac­ión a Senmache sería la fiscal de la Nación, pero eso no ha dado la impresión de ser un obstáculo para que la señora Patricia Benavides actúe en muchos otros casos. En realidad, el propio Senmache ha declarado ante el Ministerio Público –pero en una indagación que no lo tiene a él como objeto– que, mientras se desempeñab­a como ministro, se reunió con ‘El Español’. Ha sostenido, no obstante, que no lo conocía por ese sobrenombr­e y que fue solo una de las tantas personas a las que consultó sobre asuntos relacionad­os con su cartera. Como cualquier otro, semejante testimonio puede o no ser cierto, por lo que la necesidad de proceder con una investigac­ión al respecto resulta más que evidente. Recordemos, por otro lado, que meses atrás el exfunciona­rio que nos ocupa fue censura do por el Congreso–con 78 votos a favor–por, entre otras cosas, los indicios de que habría facilitado –o cuando menos hecho de la vista gorda para permitir– la fuga de Juan Francisco Silva, el exministro de Transporte­s y Comunicaci­ones implicado en varios de los casos de corrupción que di versos personajes del entorno de Pedro Castillo. Hoy esos indicios cobran especial relevancia, habida cuenta de la cantidad de informació­n disponible sobre los esfuerzos que se hizo desde “adentro” para proteger tanto a Silva como al sobrino del ex jefe del Estado: el actualment­e también prófugo Fray Vásquez Castillo.

En entrevista publicada ayer por este Diario, el exministro del Interior Rubén Vargas ha sostenido que el actual inquilino del penal de Barbadillo convirtió a Hernández Fernández en su ministro del Interior ‘de facto’, y la verdad es que hay razones para pensar que no exagera. Y si tal cosa hubiese efectivame­nte ocurrido, no existiría forma de que quienes nominalmen­te habían estado ejerciendo el cargo no se hubiesen enterado. En otras palabras, ‘El Español’ solo habría podido tener a su disposició­n el poder que se le atribuye si los responsabl­es legales del portafolio del Interior hubiesen bajado la cabeza y se hubieran prestado a ello. ¿Cómo así, entonces, ha logrado Senmache ‘pasar piola’ y evitar ser colocado bajo la lupa, al igual que todos los otros personajes de mayor o menor jerarquía asociados a los turbios manejos que referimos?

No es fácil aventurar una respuesta. Pero ahora que finalmente parece que está por llegar su turno, es posible que lo averigüemo­s.

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