Entre el poder y las traiciones familiares
“Succession”
Unadelasseriesmásaclamadasdelosúltimosañosse despide.¿quémotivoelinterésdelpúblicoyquiénes serían los posibles herederos? Aquí lo analizamos.
Una crítica a las series más populares es que nosabencuándo decir adiós. Pasó con “The Walking Dead”, pero no ocurrirá con “Succession”, que finaliza sorpresivamente con su cuarta temporada, que estrena esta noche. El adjetivo no es gratuito: una actriz reveló que no hubo confirmación del final hasta enero de este año, cuando sus colegas se reunieron para leer el último guion.
Quién tampoco tenía claro cuándo terminar la serie, aunque sí una corazonada, fue el creador de la historia, Jesse Armstrong. Cuando empezó a escribir los capítulos, le preguntó a su equipo de guionistas si podían decirle adiós al mundo de traiciones familiares y alianzas corporativas. A pesar de que los guiones apuntaran en esa dirección, no hubo seguridad para anunciarlo hasta poner el punto final al décimo episodio de la temporada cuatro.
Como buen inversionista, Armstrong fue a lo seguro, presentó sus intenciones y no jugó a la intriga. En un mundo donde el final de una serie exitosa se anuncia incluso con años de anticipación (“Stranger Things” de Netflix), la decisión de HBO de permitir tal destino va contra la corriente: incluso con la serie que más se ufane de hacer todo “creativamente”, es el dinero a generar el que manda al final del día.
—Padre versus hijos—
El que también hace lo que quiere es Logan Roy (Brian Cox),patri arca de esta familia ficticia y jefe de la corporación d eme diosways tarro yco, hombre severo y hasta cierto punto impredecible. Saber quién lo sucederá como la cabeza de la compañía es lo que motivó la serie: sus cuatrohijos han estado en pugna en momentos distintos de la historia, pero ninguno, a estas alturas, se perfila como el reemplazo definitivo.
Ni siquiera la mesurada Shiv Roy (Sarah Snook) está asegurada como próxima cabeza de la compañía. De hecho, Snook fue la sorprendida por el final de la serie, algo no del todo distinto a lo que le ocurrió a su personaje en la tercera temporada, donde personas muy cercanas la traicionaron.
¿Y los otros candidatos? A Roman Roy (Kieran Culkin) su padre también le puso la cruz, pero el tráiler da a entender que podrían acercarse de nuevo; con el adicto a las drogas y bala perdida Kendall Roy (Jeremy Strong) podría ocurrir cualquier cosa; mientras que el hijo mayor, Connor Roy (Alan Ruck), cuya vida no parece tener rumbo definido, siempre podría dar la sorpresa. cualquiera de ellos podría heredar la empresa familiar, o tal vez no. Puede que los que rían último sean el ingenuo Greg Hirsch (Nicholas Braun), el oportunista Tom Wambsgans (Matthew Macfayden) o el frío Lukas Matsson (Alexander Skarsgard). Ni siquiera “Juego de tronos” fue tan impredecible.
“Me gustan muchos tenores que técnicamente son perfectos, pero Juan Diego Flórez está un paso adelante con respecto a todos”.
Viene a Lima luego de coprotagonizar el “Eugenio Oneguin” de Tchaikovski, “muriendo” tras batirse a duelo sobre el escenario de la Staatsoper de Viena. Ahora, el joven tenor piurano ofrecerá un concierto lírico sinfónico en el Gran Teatro Nacional, este viernes 14 de abril.
Quizás su secreto radiqueen no desear lo. En no soñar con cantar en grandes teatros. Iván Ayón-rivas viene presentándose en la actual temporada de la Ópera Estatal de Viena, uno de los escenarios para la lírica más importantes de europa. y para el intérprete piurano, esta posibilidad no formó nunca parte de sus ambiciones. Solo ha sucedido .“más que sueños, con este trabajo la oportunidad de presentarme en espacios tan importantes como este se han convertido en metas”, afirma. Más bien, la primera vez que pisó el escenario de la Wiener Staatsoper lo que sintió, confiesa, fue satisfacción: “Sabes que lo que haces está rindiendo frutos”, dice.
Acompañado por la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil Bicentenario bajo la dirección del maestro Pablo Sabat Mindreau, la nueva revelación peruana de la lírica vuelve a su país para ofrecer un concierto en el Gran Teatro Nacional, producido por radio Filarmonía, con un repertorio basado en arias de óperas italianas, romanzas de zarzuela y canciones populares. Cuando le escribimos para pactar esta entrevista, nos dijo que no podía hablar por teléfono los días previos al estreno vienés. A veces olvidamos que un artista lírico debe cuidar su instrumento. Ayón-rivas no se obsesiona con cuidados, solo apela a cosas tan simples como no comer alimentos pesados para evitar el flujo gástrico, tomar mucha agua, hablar con tranquilidad. Y evitar, eso sí, los teléfonos.
“Puede sonar extraño, pero cuando uno habla por el auricular, nos ponemos en una posición vocal diferente. Y eso crea algo de fastidio. Poco a poco nos podemos quedar sin voz”, explica.
—En la Ópera Estatal de Viena vienes presentándote con “Eugenio Oneguin”, la ópera de Tchaikovski basada en la novela homónima de Pushkin. Más allá de tus aplaudidas cualidades interpretativas, ¿qué supone para ti el reto de actuar un personaje?
Es muy difícil. Porque esta producción aborda a Vladimir Lensky, mi personaje, de una manera algo distinta al de la novela. Lensky es amigo de Oneguin, siente una profunda admiración por él. Por eso imita incluso su forma de caminar, sueña en convertirse en algo parecido a ese hombre de mundo que viene de San Petersburgo. Pero el regista de la obra lo ha pensado como un personaje más cohibido, más inocente. En el original, Lensky es un hombre lúcido y culto, un poeta, un soñador, pero nada inocente. Así, hay un contraste entre lo que uno canta y lo que debes interpretar en esta producción.
—Tu personaje muere en un duelo, al defender el honor de Olga, su hermana, seducida por onegu in .¿ cómo fue interpretar tu muerte en escena? ¡No es la primera vez que muero en escena! Es algo que te permite llegar al corazón de los espectadores. no es lo mismosi terminas una ópera vivo [ríe]. Recordemos los roles de Mimi y de Rodolfo en “La bohè me” de pucci ni, por ejemplo. La muerte de Mi mi le da cierto grado de heroísmo. sucede lo mismo con Lensky. Él encarna el clásico roldelhomb receloso y algo idiota que toma decisiones equivocadas a causa de la cólera. Pero su muerte es heroica y el público se identifica con él.
—Es el típico personaje romántico. ¿Crees que hoy la idea de morir por amor ha devenido en algo cursi?
De amor no se muere, pero la pena sí mata. El cerebro humano es muy complejo. Pensemos en las consecuencias del estrés postraumático, o cómo la paranoia o la esquizofrenia te pueden llevar a situaciones peligrosas. Las depresiones y los traumas, sean por amor o por otras causas, matan. Y cuando estás interpretando en el escenario ese momento, cuando sientes que puedes morir en algún momento por amor, arrojas en la escena tus propias experiencias, tus propias decepciones amorosas. En ese momento, cuando la tristeza te invade, te das cuenta de que la psicología tiene mucha importancia, no solo para
entender a tu personaje, sino también a ti como intérprete.
—La Ópera Estatal de Viena condecoró a Juan Diego Flórez con el título de Kammersänger, uno de los galardones más prestigiosos que Austria concede a los artistas. ¿Tienes relación con él? ¿Su presencia inspira tu carrera de alguna manera?
Con Juan Diego tenemos una bonita relación de colegas. Acaba de regresar a Viena y nos hemos puesto de acuerdo para tomarnos un café. Es una figura de inspiración para mí, por supuesto. Está comprobado que se trata del mejor tenor del mundo en este momento. y tener al menos una conversación con el mejor tenor del mundo es algo muy inspirador.
—Como profesional, ¿cómo sabes categóricamente que Juan Diego es el mejor del mundo?
En el 2019 tuve la fortuna de ver el concierto que compartió con Plácido Domingo, Jonas Kaufmann y Sonya Yoncheva. Luego pude apreciar su más reciente concierto en La Scala. En ese sentido, tengo gustos muy rigurosos. No soy un apasionado de la ópera, pero sí de la técnica vocal, del canto masculino lírico. Me gustan muchos tenores que técnicamente son perfectos, pero Juan Diego está un paso adelante con respecto a todos. Quizás sea su interpretación, lo latino de su voz, la experiencia que con los años le ha proporcionado una estabilidad vocal y técnica como solo él sabe hacer. Con toda seguridad puedo decirte que Juan Diego es el mejor tenor en este momento.
—Vuelves a Lima para ofrecernos un concierto de óperas italianas, romanzas de zarzuela y canciones populares. ¿Es un concierto que busca acercar al público a la ópera? Mi último concierto en Lima fue más popular porque elegí arias y piezas más conocidas como “La donna è mobile” o “Che gelida manina”, de “La bohème”. El programa que ahora traigo es más elegante. Está el aria del “Eugenio Oneguin”, qu ese conoce poco; también el aria de“unb al lo in maschera”, de Ver di, se trata de un repertorio más académico. Los cantantes líricos, cuando se hace un concierto al aire libre, eligen temas más populares. Y cuando se hace un concierto en una casa de ópera o en un teatro, buscamos un repertorio menos conocido .¡ No me preguntes por qué! ¡Es una tradición! [ríe].
—¿Cuáles son los próximos retos en tu carrera? Después del concierto de Lima, iré por primera vez a Tokio para hacer “Rigoletto”, que presento también en Gran Canaria. Pero el debut más importante será “Los cuentos de Hoffmann”, de Jacques Offenbach, en la Ópera de Sidney y en La Fenice de Venecia. Con “Rigoletto” regreso luego al Teatro Municipal de Santiago de Chile, y después en Bari para terminar mi año. Luego regreso a Viena para hacer otro estreno para la Ópera Estatal. Gracias a Dios, hay trabajo y salud.