“Debe tomar en cuenta su condición excéntrica dentro del periodismo”
Paraempezar,notengodeltodoclaroque el periodismo cultural sea periodismo en un sentido equiparable al del periodismo político o a la crónica. No lo es en tanto que no persigue lo noticioso ni articula su narrativaentornoalconflicto, sinoquesueledarcuentadelas novedades de la industria cultural en un tono, muchas veces,promocional,ofreciéndose como escaparate. No estoy abogando por un periodismo cultural agresivo, pero sí creo que debe tomar conciencia de su condición excéntrica dentro del periodismo para empezar a entender la cultura de una forma menosestrictayconunamiradamásecuménica.tradicionalmente,elperiodismo cultural ha sido una fuente de criterio, un legitimador de modas, corrientes y figuras que discriminaba el grano de la paja en una oferta inabarcable. Hace tiempo que perdió esa autoridad, patente sobre todo en la parte crítica del oficio. Son hoy muy pocos los críticos y cronistas lo bastante poderosos como para influir en el gusto del público, pero creo que no hay que lamentarse por esa pérdida. El periodismo cultural puede encontrar un sitio y un porqué si es capaz de trascender la maquinaria promocional de lasindustriasculturalesyenseña a relacionar disciplinas y artes, ofreciendo panoramas y trazando mapas para orientarse.nosetrataríatanto de consagrar o denostar a los artistas como de facilitar alpúblicouncontexto,explicarlosantecedentes y anticipar tendencias. El esfuerzo es explicativo y de fondo, no ya prescriptivo (no tiene sentido y suena incluso ridículointentarcrearuncanonenmediodel caos creativo de hoy), y se puede hacer en múltiples soportes y aprovechándose del poder de las redes sociales.
“Hace tiempo que el periodismo cultural perdió su autoridad, patente sobre todo en la parte crítica del oficio”.