“Un camino pendiente es el vínculo con la educación”
Cuando tomamos un periódico de hace treintaocuarentaañosyleemoslasviejas noticias, nos parecen remotos los conflictos y desconocidos los nombres de ministros, líderes sindicales y, a veces, deportistas. Laspáginasculturales –seguramentelasmenosleídas en su momento– son las que menos han envejecido: hablan de obras que todavía tienen significado para nosotros. Detodoslosperiodismos, el cultural es el que logra conservar por más tiempo su potencia de lectura.
Sé que el periodismo cultural es siempre blanco de ataques. Pero yo no los tomaría muy enserio,porquelaprincipalcríticasuele ser, en el fondo, que las secciones culturales se dediquen a la cultura y no a otra cosa. Algo parecido ocurre cuando se critica a las ferias del libro por vender libros. Esta clase de razonamientos suele terminar con esa frase misteriosa “Todo es cultura”, cuyo significado último es “Todo es cultura, menos la cultura”.
Una serie de cuestiones tensionan hoy al periodismo cultural: la pregunta sobre cómo convertir la actividad cultural en noticia; la necesidad de tener una agenda propia que no dependa tanto de las novedades; el peligro de caer en la corrección política, que siempre termina en censura y cancelación… Hay un camino pendiente que es el de establecer algún vínculo con la educación. Ignoro hasta qué punto esto es posible, pero me parecería ideal que el periodismo cultural pudiera entrar en las escuelas para acercarse a la formación de los lectores jóvenes. Tal vez a través de proyectos de colaboraciónodelfomentodeconcursos literarios para estudiantes.
“De todos los periodismos, el cultural es el que logra conservar por más tiempo su potencia de lectura”.