Aprende y marca la respuesta correcta con
HTrasladó muchas veces a nado la correspondencia entre los patriotas limeños y los oficiales sitiados en el Real Felipe
José Olaya revive en nuestra memoria todos los 29 de junio, pero su ejemplo heroico debe vivir cada día en las acciones de todos los peruanos. Este valiente patriota nació en
1782 en Chorrillos. A Olaya le tocó vivir en uno de los momentos más difíciles.
Lima estaba sitiada por las fuerzas realistas. Pronto tomó la decisión de servir a la causa de la independencia. Se le encomendó la difícil misión de llevar la correspondencia patriota entre Lima y el Callao, tarea que desempeñó fielmente hasta su muerte. Muchas veces, su misión la cubría a nado; no olvidemos que era un experimentado pescador que conocía el mar mejor que nadie. Olaya fue designado para tal cargo por Juana de Dios Manrique, una insigne patriota de gran posición social y económica, que por su cercanía con diferentes personajes de la época, estaba en condiciones de enterarse de los planes de los realistas. Estas noticias le llegaban al general Antonio José de Sucre, refugiado en los castillos del Real Felipe, mediante las cartas que Olaya le llevaba. Una vez Sucre lo mandó con una misiva para don Narciso de la Colina, pero Olaya fue capturado y torturado para que delatara a los patriotas que escribían las cartas. Lo apalearon, le sacaron las uñas, lo colgaron de los dedos; la crueldad de Rodil no tenía límites. Pero la valentía de Olaya tampoco. El pescador respondía que no daría nombres, aunque perdiera mil vidas. Esto indignó a Rodil, quien ordenó su fusilamiento el 29 de junio de 1823 en el callejón de Petateros (actual pasaje Olaya), situado a un costado de la Plaza de Armas.
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