Siguen siendo importantes

❌Fueron de gran utilidad para el hombre primitivo y aunque evolucionaron,

No cabe duda de que podemos andar sin los dedos de los pies, pero no con tanta seguridad, por la sencilla razón de que estos dedos se extienden sobre el suelo, aumentando nuestra base de sustentación y facilitándonos, por tanto, el equilibrio. Pero es fácil comprender que hoy todo el mundo usa zapatos y los dedos pueden resultar de poca utilidad.

En los tiempos primitivos de la especie humana prestaron excelentes servicios a los hombres, y podían ejecutar numerosos movimientos —por su capacidad prensil para agarrar los objetos— que hoyya no pueden.

Una persona sin dedos en los pies puede andar, pero sus pasos serán inciertos y sus movimientos más limitados.

De los cinco dedos del pie, el dedo gordo es sobre el que recae el 80

85 % de toda la estabilidad que proporciona el pie, además, facilita la propulsión durante la fase de despegue de la marcha. Le siguen el resto de dedos, que también son necesarios para un buen apoyo plantar, hasta llegar al más pequeño, el meñique.

Este dedito, aparte de ser un buen detector de obstáculos como las patas de las sillas, las camas y las esquinas de los muebles, tiene una función muy importante en el equilibrio del pie en cada paso que damos, ya que es un estabilizador externo. También forma parte de los tres puntos de apoyo (trípode plantar) que soportan y reparten el peso en cada paso: el talón, la cabeza del primer metatarsiano (dedo gordo) y la cabeza del quinto metatarsiano (dedo pequeño). Si quitas alguna de estas partes, se pierde el equilibrio o se reduce significativamente. ⬅