Prensa Regional

MUERTE CIVIL

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El otro día escuchaba al ministro de Salud que advertía a la ciudadanía, que si las restriccio­nes que se habían decretado para los que no se han vacunado no surtieran efecto, iba a proponer, LA MUERTE CIVIL. Imagínense. Si bien el D.S. 168 restringe ciertas libertades ciudadanas, al ministro le parecía poco y por supuesto recibió el rechazo de muchos entendidos en la materia, tanto que la semana pasada en El Peruano se han publicado una serie de normas que modifican muchas de estas restriccio­nes dando paso atrás en su intento del Gobierno de obligar a hacer algo que es voluntario. Y es que el

Art. 11 y 24 de la Ley de Leyes, dice entre otras cosas, que existe libertad de conviccion­es éticas de conciencia y de religión y que el ciudadano puede adoptar las de su agrado siempre en cuando no trasgreda la Ley. Y, obligar a vacunarse viola también el Art. 42 numeral 3 de la Constituci­ón, sobre la integridad personal inspirada en la libertad individual. La disculpa del Gobierno es que no se puede exponer a los vacunados a que sean contagiado­s por los que no se vacunaron. ¿Acaso no se ha demostrado que los llamados asintomáti­cos son los que más contagian? Y cómo se sabe si estos están vacunados o no. Es más, las cifras no mienten. Cientos de vacunados con las dos dosis, se volvieron a infectar y muchos murieron. O sea, no se trata de optar por lo más fácil: Eliminar la libertad individual de modo que el Gobierno tenga que constreñir u obligar a sus ciudadanos a vacunarse a riesgo de convertirl­os en PARIAS SOCIALES si no lo hacen. No es de esa manera SEÑOR MINISTRO DE SALUD NICOLÁS MAQUIAVELO. Ah perdón. Se me chispoteó, ministro Cevallos, no es así. El fin no justifica los medios. ¿Acaso se hizo de esta manera contra enfermedad­es que se contagian por contacto directo como la TBC, hepatitis, varicela, neumonía bacterial, sarna etc.? No se hizo ni se hace igual, o ¿miento? ¿No sería mejor que, en los lugares donde hay aglomeraci­ones, que ahora son miles, se exija una prueba negativa de la enfermedad y, si no la tienen, tomarles en el momento para permitir su ingreso? Digo ah, solo digo, porque últimament­e las reuniones con abundante presencia de concurrent­es y sin cumplir los protocolos de bio seguridad están a la orden del día. O ¿NO? Y, para terminar, el lunes leía a un conocido médico funcionari­o y conocedor del tema, que ya habíamos pasado el 70% de vacunados, o sea ya se puede decir que entra en práctica la famosa inmunidad rebaño. Bueno, eso no quiere decir que ya nos libramos de la pandemia. No. Lo mejor es que el cuidado debe ser personal. No depende de nadie más que de uno mismo, SALVO MEJOR PARECER. ¡Caramba, qué cargoso soy! Mejor me voy con mi opinión a otra parte. NO SE OLVIDEN DE INVITARME SI SE PORTAN MAL. CHAUUUU.

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