Sol y COVID
Empezamos diciembre con sol, mar y playa. Y también con COVID renovado, fortalecido, como la palabrita que está de moda “reinventado”, y como debe ser, por él mismo.
Esperamos la tercera ola desde hace meses, según últimas cifras comienza a levantar.
En África ya apareció ÓMICRON una versión más contagiosa que las primeras de COVID.
Se dirá: “pero está tan lejos”. Por supuesto que el continente cuna de la humanidad está lejísimos de nosotros que poblamos América; sin embargo, olvidamos que somos las personas que trasladamos todos los virus, bacterias, ellos son nuestros huéspedes ignorados.
Por otro lado, nos damos cuenta de que ya nos hemos acostumbrado a vivir con él, con miedo o sin miedo, lo cierto es que “la vida continua”, y nos empuja a seguir adelante.
Una vez más, las precauciones están en nuestras manos. Mascarilla, distancia física, lavado de manos y la vacuna. Estemos de acuerdo o no, según los científicos estudiosos en el tema, así lo afirman.
Nunca imaginamos estar trabajando en forma remota tanto tiempo, meses, y en otros casos, como el sector educativo, dos años académicos.
Las voluntades, las tropelías, las imprudencias, los actos irresponsables del hombre, solo los podía parar la naturaleza, no es por conciencia humana, en su gran mayoría, sino por la fuerza que nos hemos visto obligados a cuidarnos. Y como consecuencia de ese cuidado las enfermedades gastrointestinales, bajaron en número desde que COVID se instaló.
Lo cierto es que el sol nos invita a ir a la playa, a salir y, COVID no está ajeno a esa realidad.
Ya solo nos queda cuidarnos, nada más.
Lo injusto de este COVID es que no solo se lleva al que se expuso sino a algún ser querido o a algún inocente que se juntó con nosotros.